¡¿Eres Un Alfa?! © [BLACKVERSE #1] ✓

𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐

Un disparo..

Dos disparos..

Fue lo único que escuchó y cayó hacia el frío suelo empezando a perder el conocimiento..

~

Los ahora héroes de ambas manadas se encontraban en el funeral de uno de ellos..había una manada más devastada que la otra, su mate que ahora estaría en soledad y con el dolor de haber perdido al amor de su vida estaba llorando desconsoladamente.

—Esto no debía de ser así..— Exclamó Kaleb mientras abrazaba a Zoe la cual estaba igual que el pero sin poder hablar.

Velkan solo tenía una mueca de tristeza  mientras que Ninie solo miraba triste ella comprendía aquel dolor infernal por el cual debería estar pasando esos ojos verdes.

—Lo lamento mucho, Mizuki— dijo Zed a la pequeña Beta.

Y si, el funeral era de Kagami la joven omega, mate de Mizuki. Zed apenas podía caminar bien, la herida de bala aún estaba sanando pero no había sido grave. Mizuki ni siquiera podía hablar, quería morir. Si no fuese por que Ninie la congeló ya estuviera junto a su mate y eso era lo que pensaba. Una hora pasó y las personas de la manda Black se fueron. Solo quedaron esos 6 héroes.

—Fuiste una de mis primeras amigas..me visitaste cuando estaba mal..y yo lo sie-siento..

Ninguno quería hablar, Kaleb solo escondió su cabeza en el cuello de Zed, Velkan abrazaba a Zoe por la cintura y Ninie se encargaba que el corazón de Mizuki no dejará de latir.

Pero..¿que ocurrió?

El dia anterior..

Edward había disparado en la cabeza de Zed pero algo extraño ocurrió. El tiempo y el espacio se detuvo, sólo dos personas no se quedaron congeladas como todo alrededor. Una ni siquiera notó cuando se quedó quieto todo y la otra miró incrédula como la bala de plata estaba parada en el aire. Era una señal para que salvara su vida ¿no? Agarró aquella pequeña cosa de plata y la movió un poco más abajo apuntando hasta su pierna.

—No vas a morir de un disparo en la pierna, y me lo debes— dijo tratando de justificar que no tirara la bala solo la moviera. Se acercó al vampiro y le dio una fuerte patada donde no le da el sol —Por idiota.

El tiempo volvió a su curso, Zed cayó al frío suelo perdiendo el conocimiento y Edward igual pero no había perdido el conocimiento.

—¡¿Que cojones?!

—Creo que tendrás que rendirte— le sugiero la chica.

—Conor..revenos danke al ili— habló en aquel idioma que solo los vampiros entendían. Los ojos de la pelirosa se abrieron y sintió como si hubiesen puesto sal en una herida que nunca sanaría. —Vidu vin, raidora.

—Stulta— se dijo así misma el vampiro había huido.

Recordó a el chico herido y camino hasta el, tocó su cuello para comprobar el pulso, aún estaba vivo.

—Kaleb..— recordó que aquella bala también la sentiría el mate del chico, después de aquélla "confesión" de parte de Edward se aseguraría de cuidar de ambos, fuera cierta o no.