Capítulo 41

2K 155 17
                                    

NO HATE A ALEX, POR FAVOR ⚠

•••

-Emilio Osorio.

La reacción de Alex no fue ni remotamente parecida a lo que yo esperaba, más fue justamente la misma que Joaquín creí.

El verlo llorar con demasiado dolor escondido en el rincón de su cama fue demasiado para Joaquín quién de inmediato se acercó a él para intentar abrazarlo y poder consolarlo como siemre lo hace, más está vez Alex se alejó rápidamente de él y le gritó infinidad de veces que no se acercara ni lo tocara. Él se abrazaba a sí mismo en búsqueda de protección a la vez que las lágrimas seguían abandonando sus ojos y la habitación se llenaba de sus gritos exigiéndonos  que saliéramos de su habitación y lo dejáramos en paz.

Obviamente no hicimos caso y nos quedamos dentro a pesar de sus constantes exigencias. Ni Joaquín ni yo podríamos dejarlo sólo en un momento tan delicado y menos al verlo tan devastado.

Alex: ¡Váyanse de aquí! ¡no los quiero ver! —grita demasiado molesto. Desde que Joaquín intentó acercarse, Alex se ha mantenido arriba de la cama a la defensiva para esquivarlo nuevamente si es necesario— ¡Váyanse con su bebé y déjenme en paz!, ¡salgan de mi cuarto ahora mismo!

Joaco: Alex tranquilízate. Vamos a hablar de esto con calma, ven —el esfuerzo que hace para no llorar es tan notorio que de inmediato me acerco a abrazarlo por los hombros—

Alex: ¡No quiero hablar contigo!, ¡eres un mentiroso! —acusa viendo con demasiado resentimiento a Joaquín— ¡Dijiste que nunca habrían bebés y ahora vas a tener uno!

Joaco: Alex por favor deja de gritar —pide e intenta acercarse, mas lo detengo al ver que nuestro hijo nuevamente comienza a temblar— sé que ya habíamos hablado y te hice una promesa, pero debes entender que esto no estaba en mis planes. Yo tampoco quería tener un bebé ahora, pero ya está y no podemos hacer nada más que esperarlo y quererlo.

Alex: Yo no lo quiero, lo odio —admite causando que Joaquín ahora sí comience a llorar—

Joaco: Es tu hermanito, Alex. No puedes odiarlo.

Alex: ¡No me interesa, yo quiero odiarlo! —grita intentando alejarse aún más— no quiero que ustedes tengan un nuevo bebé. ¡No quiero compartirlos con nadie más!, ¡son mis papás, sólo míos!

Joaco: Tienes que aceptar al bebé, Alex. Nosotros lo queremos.

Alex: ¡Entonces quédense con él! —apunta la puerta de su habitación para hacer énfasis en que desea que salgamos— ¡váyanse de aquí!, ¡no los quiero, ni a ustedes ni a ese bebé!

Emilio: ¡Alex! —no dudo en reprenderlo pues sus palabras son demasiado insensibles y causan dolorosos estragos en nosotros— no digas cosas tan crueles de las que puedes arrepentirte después. Sé que estás enojado pero eso no es justificación para que nos digas que no nos quieres. Nosotros somos tus papás, te amamos y nos duele que digas eso; tampoco puedes decir algo tan delicado como que odias al bebé.

Alex: ¡Claro que puedo! —nuevamente grita. Baja de su cama para acercarse un poco a dónde estamos nosotros— ese bebé va a llegar a quitarme todo lo que tengo así que tengo derecho a odiarlo. Ustedes le pondrán más atención, mis abuelas y tías lo querrán más porque será un bebé, Gianna tendrá que ayudarles a cuidarlo y todos terminarán olvidándose de mí —su llanto se intensifica a la vez que se deja caer de rodillas al suelo— no lo quiero —con debilidad vuelve a abrazarse así mismo— además a él sí lo quieres. Él sí te tendrá desde un inicio.

Última OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora