Caballos y problemas

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- Bien, una vez llegados a este punto, te quería decir que Kalte está en problemas.

- ¿Por?

- Verás, ¿tú estuviste en su casa la noche de su boda?

- No, ¿pero cómo tú sí?

- Eso no importa, lo que pasa es que ellos discutieron y Kalte no quería firmar el papel de Randal, que era un contrato. Randal necesita que ella firme eso, porque si no...

- Sorpréndeme.- dije, fría.

- Si no Randal podría ser arruinado en el sentido económico.

- Pero Randal no necesita dinero, Kalte tiene suficiente dinero (creo) para mantener a Randal hasta que consiga trabajo y dinero propio.

- Por si fuera poco, Randal también se verá acosado. Tendrá enemigos por todos lados y se verá en constante peligro de muerte.

- ¿Pero de dónde sacas la información? Ni que te interesase Randal.

- Es que me interesa Randal, no quiero que muera, es mi amor.-

- Pero es de Kalte.

- ¿Tengo cara de que me importe?

- Vale.- soy muy tímida, fría y de pocas palabras.

- Siguiendo con la historia, esta mañana, vi a Kalte que quemaba el papel con la inscripción.

- Gracias por la información. Si no vas a comprar nada, puedes irte.- Siempre sacando el dinero a cada situación.

- Bueno, adiós.

- Ricky, puedes venir.- dije, buscándole.

- ¿Ya se fue?- preguntó, con el pergamino que le había dado Noval esta vez y la pluma de siempre.

Creo que a Ricky le gusta trabajar aquí, antes le parecía aburrido.

Casualmente, entró Chente por la puerta.

- He escuchado la conversación que has tenido con la maruja.

- ¿Tú tampoco tienes vida?- pregunté, cansada de que todo el mundo supiese de mis asuntos.

- No es eso, yo venía a por mi pedido diario, y la escuché decir: "no quiero oídos ajenos", entonces no entré y me quedé escuchando la conversación.

- Bueno, aquí está lo de siempre (ya lo tenía preparado de ayer).

Me dio el dinero justo y dijo: ¿Sales? Luci me dijo hace unos instantes que teníamos que hablar.

- Hoy no puedo perder tiempo, necesito recuperar el dinero que no gané aquella tarde que dormimos juntos.

- Pero eso fue hace mucho.

- Mañana por la tarde cierra la tienda, que es fiesta. Entonces puedo ir. 

El resto del día sólo me dediqué a la tienda.

El día de la quedada...

A ver, os hago un resumen: lo pasamos bien, estuvimos dando una vuelta por el pueblo. Pero la parte que más me gustó fue cuando decidimos dar una vuelta a caballo.

La idea la tuvo Eleonor, pues en lo único que había podido montar es en mula.

Yo ni siquiera he montado en eso. Asco de pobreza.

Bueno, estuvimos dando una vuelta por las afueras de la ciudad, hasta el pueblo de al lado. La verdad es que me gustó mucho la experiencia.

Lastima que la pobreza sea mi religión (😥).

Las cosas estuvieron intensas en ciertos momentos, por ejemplo:

R: ¿Qué fue del papel?

K: ¿Qué papel?

R: El que te di la noche de la boda.

K: Ni idea, creo que...

Nosotros (los que no son los esposos) compartimos una mirada de "hay que parar esta discusión".

L: Os hecho una carrera hasta la catedral que se ve a lo lejos.

E: Evidentemente, te gano.

C: No si yo os ganó primero- dijo, empezando a galopar.

K: ¡Te puedes hacer daño, espera!- Kalte se fue galopando también.

Y así varias veces.

Pero hubo una vez que no nos pudimos librar.

Nota de la autora: Os tengo que contar la historia en el próximo capítulo.

≈ARCLILS Y≈

Hacia Siena -🕛Finalizada🕙-Where stories live. Discover now