Hacia Siena...Ya hemos llegado

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Madrugamos mucho para que Kalte pudiera entrenar en la Piazza. Aunque cuando llegamos apenas eran las 7, allí ya estaban muchos de los caballos con sus respectivos propietarios.

Nos pasamos todo el día entrenando, al igual que los otros jinetes. Descansamos para comer, pero Kalte volvía a las andadas (quiere decir volverlo a hacer).

Al ver al resto de jinetes, Kalte sentía miedo de no poder estar a la altura. Siempre podía contar con nuestro apoyo.

Horas después...


- Buenas damas y caballeros, a la I edición de Il Palio, presentado por mí, Julio Octavio.- decía él desde un balcón, de forma que todos pudiésemos verle y oírle.- Os explicaré las reglas.
Los jinetes deberán colocarse desde sus lugares establecidos, medidos por la capacidad del equino y la distancia hacia la meta y la distancia de la Piazza. Consistirá en 5 vueltas a la pista. El ganador recibirá 5000 oros, el segundo 2500 y el tercero 1000. Suerte a todos.- (Lo dijo en varios idiomas, entre ellos español, francés, italiano y latín).

Los espectadores nos situamos en el centro de la Piazza de Campo, nosotros en concreto cerca de la meta, porque habían reservado un espacio para los acompañantes de los participantes. Eran 8, Julio Octavio fue nombrándolos.

Julio Octavio dio el pistoletazo de salida.

Los caballos salieron igual de disparados que la bala de Julio Octavio.

Los espectadores gritaban eufóricos para animar a su participante favorito, lo normal vaya.

Nosotros también.

Eleonor le encantaba mirar las diferentes razas, puesto que me las iba contando, al igual que Luci. Pero entre la gente y los gritos, no oía casi nada.

Cada vez que pasaban los caballos había que taparse, porque levantaban la tierra sobre la que
cabalgaban.

En poco tiempo llegaron a las últimas vueltas, con un caballo al parecer purasangre en cabeza, y Kalte estaba relativamente cerca de él.

En la última recta el jinete del purasangre y Kalte intercambiaron miradas, llenas de odio mutuo.

El ambiente estaba tan tenso que se podía cortar con un cuchillo.

En los últimos momentos, los vítores, gritos y aplausos llenaban nuestros oídos.

Kalte y aquel jinete estaban a punto de cruzar la meta a la vez cuando...

De repente, una luz iluminó nuestros ojos.

Al volverlos a abrir, pudimos ver un hermoso lobo blanco, con mechones naranjas, al otro lado de la meta.

En la línea de meta, tirado en el suelo, estaba aquel jinete.

Su caballo, en cambio, estaba lejos de él, había salido huyendo, despavorido, hacia el lado contrario de la meta. Supongo que se habría asustado por el resplandor.

Lucinda saltó la valla de seguridad, fue corriendo hacia el lobo, loba en este caso, y lo abrazó de inmediato, por que habían ganado. Todos hicimos lo mismo.

Después, de la loba salieron otra vez sus componentes, Kalte y Chispa.

Julio Octavio anunció:

- Visto lo que ha pasado, he de darle el premio a Paulo (nombre del jinete que iba a ganar a Kalte). Está totalmente prohibido el uso de la magia.- de su cara salió una sonrisa no muy agradable.- Kalte queda descalificado de la competición.

Reconozco que eso dolió.

Después de que la gente se fuera, los participantes (jinetes) tenían que recogerlo todo, luego de haber desfilado y haber entregado las medallas a los ganadores.

Le preguntamos a Kalte que había pasado y ella respondió:

- No lo sé, simplemente noté una sensación extraña, como si mi fuerza interior se hubiese conectado con la de Chispi, convirtiéndonos en un solo cuerpo.

- Eso es exactamente lo que ha pasado.- respondió Eleonor.

- La cosa es que ya ha pasado.- dijo Randal - no vale la pena enfadarse.

Y con el orgullo herido, salimos de allí.

Espero que os haya gustado la carrera de Kalte. Sé que ha sido algo muy simple, pero bueno es lo que se me ocurrió.

Queda el epílogo, que se publicará dentro de 2 días.

≈ARCLILS Y≈


Hacia Siena -🕛Finalizada🕙-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora