¿Y ahora qué?

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- ¿Qué tienes que decir en tu defensa?- pregunté, viendo cómo se desperezaba.

- ¿Qué pasa aquí? ¿Qué mal he hecho?- respondió ella, inocente.

- Vayámos al grano, ¿por qué nos sigues?- dijo Eleonor, muy directa.

- A ver, poneros cómodos, que os lo explico.

Nos sentamos y esperamos la explicación, deseando que esto fuese breve.

- Yo... Ayyyy... ¿De verdad lo tengo que decir?

- (inserte meme)¿Me quieres ver la cara de estúpida?- dijo Luci.

- Vale, relajad esos humos, por favor.

- Primero, ¿te importaría explicarnoslo?- preguntó Eleonor, impaciente como todos.

- Seré clara. Me gusta Randal.

"Te he oído."

- Yo quería... Tener a Randal. Pero desde que se enamoró de Kalte, me ha sido un bache. Debía eliminarla para conseguirte. Pero claro, os casasteis,... Y eso. Yo estaba desesperada, quería a Randal, pero... Da igual. Si no os importa, me voy a mi campamento.

(Esto me parece muy Rosa de Guadalupe).

- ¿Te arrepientes?- preguntó Chente.

- Sí.

- Si quieres, puedes acompañarnos.- sugirió Chente.

"¡Un momento! Yo no lo permito. Es mi carrera, como comprenderéis, no me apetece que me acompañe. ¿Y si me apuñala por la espalda?"

- ¿Y qué soy yo? No lo permitiría.- dijo Randal, llevándose el puño al corazón.

- Ahora muy caballeroso, pero la querías vender al mercado nipón.- dijo Luci, sacando los trapos sucios.

- ¿Ya nadie puede cometer un error, además cometido sin mi propio consentimiento?

- Bueno... Parad ya, ¿no?- dije.

- Yo decido que se vaya.- dijo Kalte.- No me fío.

- Yo estoy contigo. Siempre la miraría con miedo a que me amenazase o cualquier cosa.- dijo Luci.

- Yo defiendo a mi prima.- dijo Eleonor.

"Prima...- Kalte la miraba con ternura."

- Me enseñaron que a las mujeres hay que darles la razón, así que me uno.- dijo Randal.

- Yo lo que decida la mayoría.- No quería estar en el equipo perdedor.

- ¿Me dejáis solo? ¿Y las segundas oportunidades?- preguntó Chente, molesto.

- ¿Para qué dar segundas oportunidades, si te la van a volver a hacer? La gente es así Chente, madura.- dije, convencida.

- Bueno, vale. Pero la acompañó hasta palacio.

Me acerqué más a Chente, y le dije, al oído. - ¿Acaso te gusta?

- Es confidencial.- dijo Chente, lo que quería decir que sí.

- Haz lo que quieras, yo no voy a contradecirte.- contesté.

Y así fue como perdimos uno de los nuestros. Al menos eso pensábamos.

A la mañana siguiente proseguimos nuestro camino. Tuvimos que cambiar de caballo, todos menos Kalte, ya que ese era su caballo era el que iba a participar en la carrera.

No creíamos que el caballo podría con la larga travesía, así que decidimos que nadie lo montaría, por mucho que le doliera a Kalte.

Esto se está acabando T-T.


≈ARCLILS Y≈

Hacia Siena -🕛Finalizada🕙-Where stories live. Discover now