𝐷𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 [𝑀𝑜 𝐷𝑎𝑜 𝑍𝑢 𝑆𝘩𝑖]

☪ IV ☪

Lan Wangji POV.

Lan Xichen y yo habíamos estado meditando durante todo el día. Cómo líderes del clan Gusu Lan, teníamos que organizar las cazas nocturnas y la meditación nos ayudaba a conectar con nuestro lobo interior para decidir el día que se realizaría.

La tranquilidad y el silencio en la sala de meditación era reconfortante, pues solo estábamos nosotros dos, mientras que los miembros más jóvenes estudiaban las lecciones del clan.

Horas más tarde, me despedí de hermano mayor, quien fue a visitar al tío Lan Qiren.

Desde el fallecimiento de nuestros padres, su salud había empeorado y cada vez estaba más débil y mi hermano que sabía más remedios curativos se encargaba de él.

Al salir de la sala de meditación, la luna menguante reinaba en el cielo.

Resplandecía y rebosaba de poder. Por algún motivo me sentí ansioso y sin querer despegar la mirada de ella continué observándola... Parecía cómo si quisiera decirme algo...

De repente unas pisadas suaves pero rápidas se hicieron presentes, un grupo de Alphas y Betas jóvenes habían llegado corriendo, pero al verme redujeron su velocidad.

—HanGuang Jun. —dijeron al unísono mientras hacían una reverencia.

Aún sin apartar la mirada de la luna, giré suavemente la cabeza para hacerles saber que podían continuar.

—El clan Yunmeng Jiang se está acercando a nuestro territorio. 

—Y no parece que su intención sea amistosa. —dijo el más joven.

Al escuchar sus palabras los observé.

—¿Han sobrepasado el límite? —dije calmado.

—No... Parece ser una persecución.

¿Una persecución?

—¿Cuántos son? 

—Uhm... Creo qué eran ocho alphas.

De repente un aullido se escuchó.

Mi cuerpo reaccionó al instante y no pude evitar sentirme inquieto.

¿Qué es este sentimiento?

El aullido había sido cómo un ultimo aliento de vida, aquél lobo sabía que su hora había llegado y aún así luchaba por sobrevivir... Mi corazón se encogió y mi lobo interior que siempre había permanecido calmado, estaba desesperado por salvar a esa persona.

—HanGang Jun... ¿Qué hacemos?

—Reuniros con vuestros compañeros. Aseguraos de que el clan Yunmeng Jiang se mantiene al margen del territorio.

—¡Sí! 

Una vez desaparecieron no tardé en transformarme para adentrarme al bosque, no lo entendía muy bien... Pero quería ver con mis propios ojos al dueño de ese aullido.

Después de unos minutos, los copos de nieve que habían estado cayendo agresivamente habían cesado y unas voces sonaron.