𝐷𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 [𝑀𝑜 𝐷𝑎𝑜 𝑍𝑢 𝑆𝘩𝑖]

❤ XII ❤

Autora POV.

Al llegar a Gusu Lan, fueron a ver a Lan XiChen con A-Yuan, pues el pequeño había estado en ese lugar durante varios días, comiendo lo que encontraba y se había enfermado. Una vez recostaron a A-Yuan en la cama, Wei WuXian y Lan WangJi dejaron que el otro jade de Gusu trabajara.

Lan XiChen usó algunas hierbas medicinales y las mezcló para convertirlas en incienso.

—Así no necesitará tomarlas y harán el mismo esfuerzo. —dijo mientras colocaba su mano en la frente del pequeño.— En dos días ya no tendrá fiebre, necesita descansar y comer...

—¿Qué haría solo en esa casa vieja? —dijo pensativo Wei WuXian.

A tan solo unos pasos de dónde lo encontraron, estaba la entrada al clan Wen, era imposible de que el pequeño no lo hubiera visto...

—Exiliado. —dijo Lan WangJi.

El Alpha había pasado su brazo por detrás de la espalda del omega, apoyándolo en su cadera, haciendo que sus cuerpos se quedaran más juntos. El olor del menor  se había vuelto más dulce desde esa mañana, pero trató de no dejarse llevar por sus impulsos. Por otro lado, Wei WuXian no se había percatado de ese cambio en su aroma, solo sentía la necesidad de estar cerca de Lan WangJi y al sentir su mano en su cadera hizo que esa zona de su cuerpo ardiera.

—¿Exiliado? —preguntó el menor.

Lan XiChen asintió.

—El clan Wen tiene una tradición muy... —no encontró las palabras adecuadas.— Los primeros días de inización, dejan a los discípulos a su suerte en el bosque... Si a la mañana siguiente no han regresado o no han sobrevivido, ya no son "dignos" de pertenecer al clan.

—¿Qué...? Pero si es solo un niño. —dijo mirando a A-Yuan.

—Fue bueno que lo encontraseis, no creo que hubiera aguantado mucho más... Pasaré la noche a su lado, por si sucede algo, vosotros deberíais de descansar, aún no estáis totalmente recuperados de la batalla.

Wei WuXian quería quedarse, pero al sentir el caliente aliento de Lan WangJi rozar contra su oreja se estremeció y no pudo evitar obedecer.

—Vamos...

Antes de salir, Lan XiChen dijo en voz alta.

—Deberíais de cerrar las puertas esta noche... WangJi, controla tu fuerza.

Lan WangJi asintió cómo si hubiera obedecido una orden y Lan XiChen no pudo evitar reír mientras negaba con la cabeza.

Una vez llegaron a su habitación, las velas ya estaban encendidas y Lan WangJi preparó la bañera pero un fuerte ruido hizo que se girara.

Wei WuXian había caído al suelo, su cuerpo temblaba y se abrazaba así mismo.

—¡Wei Ying! —se acercó preocupado.

—L-Lan Zhan... Mi... —dijo entre jadeos.— Mi cuerpo arde...

El aroma dulce del omega había inundado toda la habitación, provocando que las manos del mayor temblaran.

—Lan Zhan... ¿Qué...? ¡Ngh! —su cuerpo reaccionó al sentir las manos del Alpha rozar su cuello.— ¿Qué me pasa?

—Tu celo... —pronunció grave.

¿Celo? Eso era imposible, el omega nunca había pasado por eso...

Wei WuXian sentía que su corazón iba a salir de él al oler el aroma a sándalo del mayor, su cuerpo entero estaba teniendo pequeños espasmos y no era suficiente con el roce de las manos del mayor.