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Autora POV.

Wei WuXian sintió cómo el miedo desaparecía al ver el lobo blanco de su Alpha a su lado. Se calmó y volvió a ponerse firme, quería ayudar al mayor ignorando el dolor de sus heridas.

—¿Estás bien? —preguntó Lan WangJi, sin apartar la mirada llena de ira de Jiang Cheng.

—Si... —se acercó un poco más a él.

El circulo se había hecho más grande, dentro de él estaban el Alpha y el omega, uno al lado del otro. Todos los Alphas del clan Yunmeng Jiang eran marrones y ninguno superaba ni en altura ni en fuerza a Lan WangJi, ni si quiera Jiang Cheng, quién había sido expulsado del circulo debido a la inmensa fuerza con la que lo había lanzado el lobo blanco.

Después de unos segundos, volvió a levantarse y caminó lentamente hacia ambos lobos. Dos Alphas marrones abrieron el circulo y una vez Jiang Cheng entró, volvieron a cerrarlo. 

—Oh, HanGuang Jun. He de elogiar tu increíble poder. —se colocó en frente de ellos, manteniendo la distancia.— Espero que tu hermano sea igual de fuerte... —se rió.

El cuerpo del Alpha se tensó ligeramente, casi apenas perceptible ante los ojos de los demás, pero no para el omega, quien lo miró preocupado.

—El clan Wen tiene unos métodos de lucha un poco... Peculiares... 

—Te has equivocado en atacar Gusu Lan, Jiang Cheng. —la voz del Alpha era seria y grave.

—No hubiera sido necesario, si me lo hubieras entregado. —miró a Wei WuXian.— En realidad nada de esto hubiera sucedido si él se hubiera comportado... O hubiera muerto junto a su familia.

La respiración del omega volvió a temblar y Lan WangJi soltó un gruñido de aviso.

—Tranquilo, no hay necesidad de ponerse así. —el tono de voz cambió.— Dime, HanGuang Jun... ¿Por qué tanto interés en un simple omega... Que ni si quiera puede darte a un sucesor? Si lo entregaras, yo podría darte otro que no estuviera... Roto...

Wei WuXian sintió una presión en el corazón, pues Jiang Cheng tenía razón.

Él estaba roto... pero, si Lan Zhan seguía a su lado y lo quería aún con ese defecto era suficiente para él, pero no por eso no pudo evitar sentirse dolido por sus palabras.

Por otro lado, Lan WangJi ya había escuchado más que suficiente. La ira lo estaba dominando y sus ojos dorados se habían mezclado con el color de la sangre. Clavó sus garras en la nieve y en menos de un segundo se lanzó a por Jiang Cheng.

Veloz y ágilmente, llegó a él en menos de tres segundos, pero otro Alpha se lanzó a por él protegiendo a su jefe. Los colmillos del lobo grisáceo se clavaron en el lado derecho de su cuello, pero tan rápido cómo Lan WangJi los sintió cambió la dirección de su ataque y enterró sus colmillos en el cuello del otro, mientras que con las garras lo tumbaba en el suelo.

Se escuchó el crujido de los huesos romperse.

Siete lobos, uno menos.

La expresión de Jiang Cheng pasó de una divertida a una completamente seria. 

Lan WangJi sacó lentamente los colmillos del interior del Alpha que yacía en la nieve y la sangre no tardó en gotear de su boca hasta chocar contra el suelo blanco. Su mirada volvió a posarse en Jiang Cheng y volvió a preparar otro ataque, aún más rápido que el anterior.

Por apenas unos centímetros logró esquivar a Lan WangJi, pero una vez el Alpha volvía a tocar el suelo, se lanzaba de nuevo a por él y Jiang Cheng ya no había tenido tanta suerte cómo al principio. 

𝐷𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠  [𝑀𝑜 𝐷𝑎𝑜 𝑍𝑢 𝑆𝘩𝑖]Место, где живут истории. Откройте их для себя