𝐷𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 [𝑀𝑜 𝐷𝑎𝑜 𝑍𝑢 𝑆𝘩𝑖]

❤ XI ❤

Puercas.

Puercos.

Su sobredosis.

Autora POV.

La cara de preocupación en Lan WangJi no pasó desapercibida para ninguno y eso solo provocó que Jiang Cheng y Wen Chao se rieran de él.

Wei WuXian no pudo soportar sus burlas y clavó sus garras en los ojos del beta, haciendo que lo soltara inmediatamente, pero antes de que Lan WangJi pudiera reaccionar Wen Chao presionó su pata sobre el cuerpo del omega, obligándolo a quedarse tumbado en el suelo.

Lan WangJi se arrepintió al instante, el menor le había dado una oportunidad para alejarlo de ellos y volver a estar a su lado, pero debido a la conmoción al ver el fuego y pensar sobre si su hermano, su tío y el clan estaban bien, había provocado que su mente flaqueara por unos segundos, haciendo que su reacción fuese muy lenta.

—No lo toques.

Los ojos de Lan WangJi volvían a inyectarse de sangre y al hablar su voz fue tan grave junto con su gruñido que hizo que ambos alphas sintieran un escalofrío recorrer su cuerpo.

—Dime, Han Guang-Jun. —burló su nombre.— ¿Por qué es tan importante para ti? —Jiang Cheng rodeó a Wei WuXian.

—Seamos sinceros... —continuó.— No tiene nada que ofrecer. Ya de por sí, nacer siendo omega es... Oh, cierto. Tu clan tiene esas estúpidas normas, de que nadie es superior bla, bla, bla... 

—Mejor dicho, tenía. —comentó entre risas Wen Chao.

La respiración de Lan WangJi cada vez era más pesada y su cuerpo empezaba a temblar de ira.

—Déjalo...

—Oh, Oh... ¿Estás seguro de usar ese tono en esta situación? Recuerda... Tu vida está en nuestras manos. 

—Vuelve a tu forma humana. —dijo Jiang Cheng, Wen Chao lo elogió por la idea.

Wei WuXian miró al mayor desesperado y cómo pudo negó con la cabeza para que no lo hiciera. Los segundos pasaron y la paciencia de Wen Chao se estaba agotando, clavó las garras de la pata con la que tenía sujetado a Wei WuXian y las enterró en su cuerpo. El omega no pudo evitar dejar salir un leve gemido de dolor y después de tres segundos Lan WangJi ya estaba en su forma humana frente a los dos alphas.

Las manos del mayor formaron un puño y sus ojos a pesar de haberse transformado en humano, seguían brillando con la misma intensidad que en su forma de lobo. Su pelo largo era mecido por el viento y en las zonas donde había sido mordido brotaba un poco de sangre, manchando sus ropas blancas.

—Lan Zhan... —susurró angustiado el menor.

—¡Arrodíllate! —soltó Wen Chao.

—¡No! —Wei WuXian no podía soportarlo más.

La mano de Lan WangJi alzó sus togas y cayó de rodillas al suelo. Miró al omega de cierto modo que solo Wei WuXian pudo notarlo, haciendo que se sintiera un poco desconcertado y su corazón logró calmarse un poco.

Entre las risas, Wei WuXian los provocó.

—Los únicos cobardes aquí sois vosotros. —ambos le miraron.— Os da miedo... Por eso aprovechasteis la situación para obligarle a destransformarse, porque sabéis que nunca le podréis vencer...

Sus palabras no estaban equivocadas y eso fue lo que más les molestó a ambos.

—¿¡Cómo te atreves!?