Jóvenes maestros de cultivo (Hiatus Indefinido)

Capítulo 8: La familia del joven maestro

La fama de los Recesos de las Nubes era de ser un lugar silencioso, lo había sido por años hasta la llegada del consorte de Lan Zhan; sin embargo, en ese instante el silencio fue sepulcral e incómodo. Los dos jóvenes maestros Lan se habían quedado sin habla y sus latidos se habían paralizado por un instante para luego acelerarse. Estaban confundidos o era que quizás no deseaban comprender las palabras del joven omega.

—Solo puedo verlos como amigos y nada más. —Continuó avergonzado, pero tomando valor para continuar. — Yo... la verdad es que no quiero tener pareja ni casarme. —Aseguró, no deseando enfrentar al rostro a sus amigos. Estaba haciéndoles daño, un poco quizás, pero era por algo mejor, evitar que se destruyeran entre ellos.

Tanto Yuan como Jingyi seguían solo escuchando, con la voz del menor resonando a cada palabra como si estuviera lejos. No pudieron reaccionar fácilmente.

— Yuan, Jingyi, los quiero, pero no puedo verlos como pareja, compañero de cultivo, esposos o algo similar. —Declaró desviando nuevamente la mirada. — Solo como amigos, hermanos quizás. Estuve confundido por ese aprecio que les tengo, pero la distancia me ha aclarado.

JinLing se sorprendió de lo bien que mintió. De hecho, no había aclarado sus sentimientos por ninguno y aun se sentía celoso de la perspectiva de que algún omega se acercara con intenciones románticas a alguno y lo alejara de él. Sin embargo, los necesitaba, pero no a aquellos sentimientos confusos. Así que era mejor erradicarlos. De esa manera no crecería discordia entre sus amigos y él podría sentirse ligero y sin la responsabilidad de corresponder a alguno. Sabía que con eso ellos le respetarían, no volverían a insinuar nada más allá de la amistad, por algo eran dos caballeros Lan.

—Yo no les respondí adecuadamente a sus declaraciones y ese fue un error. —Confesó. — Tenía miedo que me dejaran para buscar pareja. Pero estarán a mi lado, aunque eso suceda ¿verdad? Seremos como hermanos, chicos.

Inclusive Jingyi se había quedado sin saber cómo responder. Sus sentimientos eran contradictorios: Su corazón se sentía adolorido, pero al mismo tiempo sintió paz. Era un sentimiento extraño. Ninguno era merecedor del amor de A-Ling y eso los volvía a ser iguales, ya no tenía por qué existir celos entre ambos. No tenía que alejarse de ellos para no sufrir, ni tenía porqué sentirse irritado ante la cercanía de Yuan y JinLing. De repente, se preocupó por su amigo. Su caso era diferente: Era destinado de JinLing ¿acaso reaccionaría violentamente? Para su sorpresa, no veía demasiado cambio en su expresión.

—JinLing, gracias por responderme. —Fue el simple comentario de Yuan.

Para Jingyi fue sorprendente su actuar. Sin embargo, se sintió salvado de un abismo. Ver a sus dos amigos siendo pareja sería doloroso y angustiante. Saber que JinLing aun siendo destinado de Yuan le rechazaba tan igual como a él, le hacía sentir ligero. Podía seguir con ellos, planeando, peleando y compartiendo. Quizás no como pareja, pero como amigos. Pues aun si él era el escogido no podría vivir en paz viendo a su amigo ser miserable al perder a su pareja destino. Todo estaba bien de esa manera. Aunque sonase egoísta, era lo mejor para los tres.

—JinLing, gracias también. —Imitó a su amigo, intentando que no se le quebrase la voz. — Pero...—Sonrío con cierta malicia. Era un buen momento de aliviar aquel ambiente incómodo— No seas tan creído, estoy seguro que pronto encontraremos un omega más hermoso y grácil que tú. Dentro de la secta Lan hay muchísimos omegas talentosos que les gusta Yuan. Y yo encontraré a alguien divertido y menos caprichoso que tú.

Fue divertido ver como JinLing se sulfuraba tanto hasta ponerse tan rojo que parecía explotar en segundos. Quizás sí era el camino adecuado. Ahora no tenía que sentirse incómodo por bromear con JinLing ni sentirse en tensión y competencia con su mejor amigo.