Capítulo 11: Inseguridades

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JinLing había tenido una infancia bastante compleja. Jiang Cheng siempre lo presionó para destacar; mientras que su tío Yao le consentía y compraba todo lo que desease, el resultado fue un carácter bastante complicado, caprichoso que alejó a cualquier amigo que hubiese deseado tener. Así que, aunque no lo dijera fácilmente, su amistad con los Lan era especial, sobre todo con Sizhui porque le consentía, era paciente, gentil y dulce con él. Cuando se enteró de los sentimientos de ambos amigos, sintió que todo se desmoronaba, que las atenciones y amistad de ambos no era tan pura. Al comprobar que, a pesar de rechazarlos, ellos estaban dispuestos a ayudarle con su plan, se tranquilizó, pensando que todo regularmente volvería a la normalidad; sin embargo, en ese instante, se sentía sobrepasado.

No pudo evitar mirar fijamente a Zizhen, deseaba que se fuera, y aunque Jingyi era su amigo también. Pensó que estaría a solas con Yuan. Se descubrió así mismo anhelando estar a solas con Yuan. Se dijo que era porque Jingyi ya parecía haberle encontrado un reemplazo en Zizhen. Al menos, no deseaba perder la atención de Sizhui, deseaba seguir siendo su centro. ¿Por qué tenía que perder su amistad solo por no corresponder a sus sentimientos? ¿Por qué no todo podía volver a ser como antes de que ellos se enamoraran de él?

—Lo siento, Jingyi dijo que podía venir. —Mencionó Zizhen dirigiéndose a los recién llegados.

JinLing quiso responderle que se retirara, pero Sizhui se le adelantó.

—Está bien, eres bienvenido Zizhen. —Replicó Sizhui con tono amable. —He preparado suficiente para que todos repitan incluso.

El omega sonrió ampliamente.

—Además, Zizhen, podría ser parte de la familia pronto. —Mencionó Jingyi en broma.

Zizhen solo le dio un codazo sonrojado.

—¿A qué te refieres? —Cuestionó JinLing sentándose con menos ánimo que con el que había legado

De todas formas, Yuan había preparado la comida por su pedido, que los otros se colaron no iba a evitar que lo comiera. Hizo a un lado su malestar, esperando que el sabor de la comida lo compensara.

—El líder Ouyang quiere que Zizhen se case con alguno de nosotros. Probablemente sea con Yuan. —Explicó Jingyi, aunque sonreía, se sentía un poco incómodo de pensar que sería con su hermano. Aun así, disipó esa sensación al sentir el aroma de Zizhen a su lado.

Sin embargo, para JinLing fue como si se quebraba por dentro. El pánico comenzó a sacudirle. Su rostro perdió color, tan notable que fue notado por Zizhen. Además, su aroma se hizo amargo, perceptible para otros omegas.

—JinLing, no tienes que preocuparte. Mi padre solo está delirando. —Intentó calmar al omega, de pronto sentía un aroma poco amigable y territorial provenir de JinLing, dirigido especialmente a él.

Para Zizhen era bastante claros los sentimientos de JinLing hacia Sizhui. No entendía por qué lo había rechazado. Si Jingyi se le confesara saltaría de la emoción y se lanzaría a sus brazos probablemente, pero su amigo seguía enamorado de JinLing. Aun así, no estaba dispuesto a dejar esa lucha, pues sentía que Jingyi poco a poco giraba su atención hacia él.

—Por lo pronto, el próximo año estarás entrenado en Gusu una temporada ¿verdad?

El joven de túnica roja asintió a las palabras de Jingyi. Su padre realmente quería una alianza con los Lan, así que había decidido que era una buena excusa ir a entrenar a Gusu. Aparentemente el pedido había sido bien recibido por el líder Lan y el gran maestro Qiren.

—Eres bienvenido, Zizhen. —Comentó Yuan amable.

El omega Jin apretó sus labios, su corazón se apretaba adolorido ante la falta de atención y las palabras de Yuan. No soportaba la idea de que Zizhen pasase tanto tiempo cerca de sus amigos, sobre todo de Yuan. ¿Y si Yuan se enamoraba de él? Por más amable que Zizhen fuera nadie permitiría que su alfa prometido pase tanto tiempo mimando a otro omega. No deseaba perderlo. Yuan era especial, en quien confiaba plenamente. ¿A quién acudiría si Yuan se casaba y le dejaba de lado? Estaría solo ante todos los problemas y el futuro complicado que le esperaba.

Jóvenes maestros de cultivo (Hiatus Indefinido) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora