Capítulo 4

312 21 6
                                    


No me equivocaba, era demasiada casualidad que otro grupo de estudiantes estuviera en mi hotel, me esperaba de todo menos la escena delante de mí.

—Solo eso me faltaba que llegara a tirarme más mierda encima.

—De verdad que tienes una boca muy sucia para ser una niña, como sea, ¿Por qué lloras? Te ves espantosa —No iba a mentir ni endulzar las palabras para hacerla sentir bien.

—A ti la edad no te enseñó a ser caballeroso ¿Cierto?

—Solo soy honesto.

—¿Que hace aquí? ¿Como me encontró?— limpié mis mejillas, que este hombre me viera llorar era lo peor del mundo.

—Yo no te encontré, tu grupo se hospeda en mi hotel, y quise ver por mi mismo cuánta suerte tengo esta mañana, ¿Segura que pueden pagar por su estadía?— empuje la puerta adentrándome hasta el diván que estaba a los pies de la cama.

—Si que mi suerte es perra, pero por si no lo sabe, por muy dueño que sea, no puede entrar así como así, por que mejor no va a uno de esos puteros que le gustan.

Apreté los labios, pero no tuve suerte y una ronca carcajada  se me había escapado, ¿Putero? Sin duda esta señorita no sabía nada de nada, manteniendo la sonrisa en mis labios me puse de pie acercándome peligrosamente a ella cerrando la puerta para acorralarla ahí mismo.

—Punto uno, me llamaste vejete, y no te lo perdono, punto dos, eso no es un lugar de esos, es mas bien un club swinger, un sitio donde las personas tienen sexo libremente con quien les place, algunos van solos, otros en pareja, ahí puedes solo ser espectador o jugador ¿Que te gustaría ser Agatha?.

—Yo...— siempre vi el tema como algo de dos, hacer el amor con la persona indicada, pero este tipo me estaba hablando de intercambios, sexo con desconocidos ¿Cómo encuentras placer en eso? Pero debía admitir que su cercanía y platica provocaba sensaciones nuevas en mí.

—Creo que serías una estupenda jugadora, tu novio debe estar feliz por tener a alguien así.—parecía que mis palabras daban justo en el clavo, apenas mencioné un supuesto novio, sus lágrimas comenzaron a fluir.

—Eso no es verdad, mi novio, ese bastardo infeliz, lo escuche fornicando con otra mientras yo estoy de viaje.

—Pues fornica tu también— ha sonreído nerviosa a lo que decía, como sí no supiera ni siquiera eso— ¿Eres virgen?— me separé de ella caminando al frigorífico de la habitación.

—Tu pagarás por esa bebida, y no sé por que a los putos hombres les importan esas cosas, para tu información, no, no soy virgen, me he acostado con muchos —pero sus labios encorvados me decían que no creía ni "pío" de lo que le decía.

—Entonces no te importará que haga esto— Tras un trago de soda volví a ella levantándola del suelo entre mis brazos dejando que me rodeara con sus piernas— Es como ayuda a la comunidad, si ese bastardo infeliz como tu lo llamas te hace llorar, puedo demostrar que existen mucho mejores que él —Dicho eso capture sus labios en un ardiente beso, su respuesta era algo torpe, pero su sabor era dulce, llevándola a la cama nos deje caer con cuidado deslizando mi mano por debajo su pijama, su piel ardía y mi entrepierna reaccionaba, pero antes de continuar alguien tocó la puerta.

—¡Agatha! Las chicas han organizado una pijamada, vendremos en 10 minutos, estate lista.

Resople antes lo que escuchaba apartándome de una ardiente colegiala, sus caricias poco coordinadas confirmaban que ella tenía nula experiencia, probablemente fuera menor de edad, y en su país era ilegal, no deseaba problemas internacionales, acomode mi ropa fingiendo que nada había pasado.

—¿A dónde vas?

—Por una verdadera mujer y no una niña... Te daré un consejo, si no quieres que te pinten el cuerno de nuevo, ve a por todas, o alguien más lo hará, disfruta tus vacaciones.

Dicho eso, salí de la habitación directo a mi oficina, nunca nadie me había provocado una erección tan dolorosa, necesitaba desahogo.

—Zenaida ven aquí!

Mi secretaria siempre estaba a la orden y conocía todos mis gustos, en cuanto entro cerro con seguro para retirarse la falda mientras yo hacia lo mismo con mis pantalones, no debía pensar en lo que me había provocado una niña.

SantVict

"Todo de ti"©  (#2 De la trilogía En el tiempo equivocado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora