Capítulo 18

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No busqué a Agatha después de su berrinche, vamos, que le doblaba la edad y eso era para mí, claramente no solo no entendió mis palabras, para empezar el collar de importaba un rábano ¿No era consciente del peligro que corría? Pero por supuesto que no, y para colmo de males, se liaba con el tarado de su ex, pero la reina del drama no conforme, me ha tirado el anillo en la cara, pues que se retuerza.Ya pasaron varios días y nada, pero nada de nada, ni un Whatsapp, y hablar de venir a trabajar menos, lo admitía, estaba impaciente, más aun después de mirar el video de aquel tipo, recordarlo me pone mal, me exaspera la manera que la tocaba y se restregaba en ella ¡Maldito fuera! A la hora de comer necesitaba aire así que salí de la oficina, además debía visitar a los padres de Agatha, era lo correcto, pero mis planes cambiaron al ver a una joven conocida.

—¡Señor Mohammed!— me llamó mientras de acercaba ¿Que hacia aquí?

—Buenas tardes señorita ¿A que debo su placentera visita?

—Agatha me ha contado lo que ocurrió, lo siento tanto, a veces no sabe comportarse como una mujer, sigue en su mundo de colores— estire mi mano para saludarla, pero me ha sorprendido con dos besos en la mejilla.

—Supongo Zein te acompaño— omiti responder a su comentario, creo que sobraba, pero también escondia verdad.

—Para nada, no sabe siquiera que estoy aquí, en realidad yo... He venido a mirar los collares, pronto será la entrega de títulos y quiero lucir algo especial, la cosa es... ¿Tiene algo que pueda pagar a crédito?Tenía que estar bromeando, no se compraba a crédito en una tienda como esta, pero escucharla me hizo sonreír recordando aquel primer día que me tope con su amiga, me coloque a su lado tomando su espalda baja guiandola a las vitrinas.

—Puedes escoger el que quieras, será mi regalo de graduación —la joven chilló jubilosa dando saltos mientras aplaudía, su vitalidad me recordaba a ella, pero de nueva cuenta la castaña me sorprendió con un abrazo.

—¡Dios! Gracias.... Gracias... De verdad Mohammed, es el mejor regalo de todos, eres un hombre fabuloso.

—No es nada, pero te recomiendo algo discreto

—¿Que tal si lo escoges especialmente para mí?— trague en seco mirando su pecho que acariciaba con la yema de los dedos, era hermosa y tremendamente sensual, pero no mi tipo, me volví a las joyas hasta tomar una cadena de platino con dije de pavo real, una preciosidad.—Este te quedara bien, tu piel blanca hace contraste, tienes un cuello delicado y largo, sin duda sabrás lucirlo.Angélica, si mal no recuerdo su nombre, asintió encantada, y al marcharse dos besos más en mi mejilla, pero que niña, las occidentales eran muy efusivas.

 Una vez fui a almorzar cualquier cosa, regrese a la tienda con algo en mente, en mi oficina hice un par de llamadas, yo me había comprometido, di mi palabra, ahora que mi futura esposa se joda; el día término y como era de esperar, el dinero lo puede todo, un mensajero llego justo antes de cerrar con una caja de terciopelo negro, con ella en mano subí al deportivo camino a casa de mis suegros.

—¡Mohammed! Que gusto verte, nos tenía abandonados, mi esposo y yo comenzábamos a preocuparnos —no lo dudaba, cualquiera se preocupa si pierde una dote como la ofrecida de parte mía.

—En verdad me apena, las cosas se complicaron en Marruecos, y al volver a Dubai, un imbécil me atropello

—¿Estas bien? ¿Fue muy grave?— pregunto el hombre con auténtica preocupación, sentía que la mina se le escapaba de las manos.

—Tuve una costilla rota, me fue imposible comunicarme, un amigo cuido de mí, pero me temo que Agatha esta molesta conmigo

—Eso si que no, es decir... No mereces ese trato, eres todo un caballero, atento, generoso y debe sentirse afortunada.Resople con desagrado, Agatha tenía mucha razón, no podían disimular que en su propia hija veían un cambio de vida ¿Que padre hacer eso? Pero la charla se vio interrumpida al abrirse la puerta de entrada, el rostro de sorpresa de mi pequeña era un hermoso poema.

—¿¡Que haces aquí!?

—A no señorita, ven aquí, mi futuro yerno esta aquí para verte y tu lo tratas así ¿Que modales son esos?

—Pero mamá, yo termine con...— me puse de pie acercándome a grandes zancadas hasta estar a su lado, no le permití terminar cuando tome su cintura con una mano y tomaba la suya llevandola a mis labios.

—Sí pequeña, terminaste tu jornada laboral, pero vine por ti para ir a cenar fuera— la miraba con total desconcierto que me causaba gracias, pero un empalagoso ¡Owww! Le hizo saber que no tenia opción mas que seguirme la corrente.

—Claro querido, ire arriba a cambairme, no tardo.

Mientras esperaba en la sala escuchando tontería y media de su padre de como pensaba admistrar la joyería, me dejaba en claro algo, no tenia ni ñita idea de negocios, no imagino su cara cuando sepa que por petición de su hija, no tendrá el negocio. Un suave perfume inundo mis fosas nasales lo que me hizo buscar con la mirada hasta dar con una morena preciosa ¿Se había maquillado? El vestido verde aguamarina le quedaba a la perfección.—Señores, me retiró, traeré a su hija más tarde.

—Por mi pueden pasar la noche juntos— dijo su madre con una risilla, el comentario me parece de mal gusto, estaba tratando a su hija de mujerzuela.

—¡Mamaaaaá!

Tiré de su mano hasta ayudarle entrar al auto, rodeado la cajuela hice lo mismo, me puse en marcha totalmente en silencio, pero a las dos cuadras he parado de golpes.

—A la mierda los protocolos.

 la besé, vaya que si lo hice, su inexperiencia me encantaba, ansiaba ser yo quien le enseñara muchas cosas además de besar, la falta de aire me hizo separarme a lo que pegue mi frente en la suya.

—Creí que no querrías volver a verme.

—Si lo dices por tu videito con tu amigo, déjame dejarte claro algo, eres mía, y aunque no te cortare las alas de bailar que es lo que te gusta, si te pediré que controles a los hombres que te rodean, empezando por tu ex

— pero solo mencionar aquel niño su cuerpo se tenso— Agatha ¿Qué ocurre?

—Ocurre que soy una tonta, no debí lanzarte el anillo de esa manera, pero que crelleras a tu hijo más que a mi después de todos los líos que ocasiono, me encolerizó.

—Niña boba, eres temeraria e imprudente y aunque en efecto no pensaba buscarte, tu amiga me hizo recordar cosas, como nuestro primer encuentro.

—¿Angélica? ¿Te viste con ella?

Le explique donde y a qué hora su amiga fue a la joyería y en cómo iba en busca de la joya que le regale, sin duda saberlo la incómodo ¿Pero que de malo había en ello? Pero Agatha pareciera pensar un poco más de la cuenta y al final dijo hablaría con su "amiga"

—No le prestes importancia, mejor mira esto— de mi bolsillo saqué la pequeña cajera de terciopelo abriéndola ante su mirada, verla sonreír era sublime, retire la gargantilla de platino con una "A" llena de pequeños diamantes, una joya exclusiva, tanto o más que ella.—Mohammed, es... Es precioso, me encanta— me incline para colocarla en su cuello, una vez abroche el seguro deje un beso en su cuello

—Es tu regalo de compromiso, el de graduación, lo tendrás hasta ese día pequeña —todo aquello lo susurré sintiendo su cuerpo erizar, ansiaba ya hacerla mi esposa, un último beso esta vez en los labios y fuimos a cenar, las cosas se calmaban y entre bromas, claro que por parte suya volvimos a su casa.

—La pase genial, aunque me debes una esclava a bailar, mira que quería hacerlo.

—Lo prometo solo si prometes no quitarte esto de nuevo

—le he colocado el anillo de nuevo en su sitio.

—Prometido.Un beso, dos y ya quería llevarla conmigo, pero debía ser paciente, cosa que me costaba horrores, una vez me cerciore que entraba a casa, con una estúpida sonrisa fui al hotel a descansar ¿Que me estaba haciendo esa chiquilla?

SantVict

"Todo de ti"©  (#2 De la trilogía En el tiempo equivocado)Where stories live. Discover now