Después de ser parte de una serie de bandas de covers, Boris comienza a sentirse defraudado con la única actividad que parecía tener sentido para él.
Entre problemas con su madre, conversaciones con sus ídolos y el descubrimiento de un joven cantant...
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—Si te enseño mis pezones, ¿pensarás que son bonitos?
—No lo sé. No suelo detenerme en esos detalles.
Diego viste una camiseta blanca que debe ser el triple de su talla. Anda empujando el carrito del supermercado y arrastrando sus sandalias con calcetines como lo haría cualquier cuarentón que no tiene más metas en la vida. La diferencia entre Diego y el cuarentón, es que cualquier cosa que use Diego le quedará bien, aunque se trate de una bolsa de basura o una caja de cartón.
—Los tuyos son bonitos, lo admito.
—Recuerdo que me lo dijiste alguna vez.
Diego se detiene en el pasillo de enlatados para quitarse una liga negra de la muñeca y hacerse una coleta en el cabello.
—¿Tu novia tiene bonitos pezones?
—Supongo. ¿Te conté que tenía novia?
—Tu madre lo mencionó.
—No lo recuerdo.
—Ella lo mencionó.
Diego echa unos purés de tomate en el carrito. Giselle nos dio una lista de compras.
—Bueno, no es mi novia en realidad.
—¿Te van más las relaciones informales entonces?
—No sabría explicártelo.
—Inténtalo.
—¿En qué pasillo está el ajo molido? —murmura Diego.
—¿Nunca has tenido una relación formal?
—No lo sé, no lo recuerdo, así que creo que no.
—¿Y estás bien con eso?
—¿Tú has tenido una relación formal?
—Quizá.
—Necesito algo de leche con chocolate.
—Eso está al fondo, en los refrigeradores. Junto a los congelados.
—Creo que en la lista hay verduras congeladas.
—Déjame ver... Sí, y también pechugas de pollo congeladas.
—Los congelados le han salvado la vida a mamá.
—Diego.
—Qué sucede.
Seguimos andando. Diego echa dos cajas de cereal al carrito. Fortificado en hierro y calcio.
—¿No pudiste ir al concierto?
—Lo siento.
Cuando llegamos a los refrigerados, Diego busca la leche con chocolate. La contempla un momento en su mano y después se decide a destaparla y darle un trago ahí mismo. La mete al carrito. Hay una gota resbalando por su barbilla.
