El fruto de nuestro amor (Loricoln)

Regreso a casa

La celebración de Loan pasó como la mayoría de los años, risas tranquilas y comida deliciosa fueron motivo de tranquilidad para ella, al menos la mayor parte del tiempo. Después de la plática inconclusa con su madre, la curiosidad por su padre había crecido junto con una nueva: ¿Quién era su tío y por qué nunca lo había conocido?

El resto de las hermanas Loud llegaron tiempo después de que Luan llegara, cada una aportó lo suyo, como lo hacían de niñas, a la fiesta de un integrante de la familia. Loan escuchó la música, la comedia y los poemas de aquellas tías que tanto la habían querido desde que nació, recibió ropa elegante y bella que seguramente se quedaría en su armario como las demás prendas de años pasados y recibió uno que otro sermón sobre la vida fuera de casa.

Cuando el festejo se fue apagando hasta sólo quedar tres personas en la casa, Loan regresó al sofá de la habitación donde en un principio estaba cómodamente escuchando la historia de su madre. Por su parte, Lori se mostraba algo molesta por la ausencia de su hermana Lisa, de quien poco sabía desde hace unos meses. Lucy, quien se había quedado para ayudar un poco a recoger la basura de la fiesta, lanzaba ligeros suspiros a la par que inútiles intentos por cambiar la conversación.

— Seguro le surgió algo muy importante— le decía la inexpresiva Loud.

— Me va a escuchar cuando la vea— decía Lori entre dientes.

Cuando el lugar quedó limpio por completo, Lucy se despidió de su hermana y su sobrina y regresó por donde había venido. Loan y Lori se habían vuelto a quedar solas, lo que, desde luego, dejaba el camino despejado para que la historia continuara. Lori pidió unos minutos de paz antes de continuar, se preparó un café y se sentó frente a su hija una vez que tuvo sus instantes para respirar después de la fiesta de cumpleaños. Después de darle un par de sorbos a su bebida, Lori se aclaró la garganta en señal de reiniciar el relato que había atrapado a Loan. Ésta última volvió a prestar toda su atención a su madre mientras sostenía a Bun-bun con sus manos.

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Lori vivió bastante bien durante los años que estuvo lejos de casa. Se había tomado tan en serio la universidad, que incluso en algunas vacaciones ni se apareció en la casa Loud. Nunca dejó de amar a su familia, eso queda totalmente claro, pero la oportunidad de superarse a ella misma y el agradecimiento con sus padres por pagarle sus estudios, la habían convertido en toda una estudiante responsable.

En su graduación, sus padres fueron los únicos que asistieron debido al presupuesto que representaba llevar a doce personas en avión. Sin embargo, Lori había decidido volver a Royal Woods para vivir de nuevo en la casa Loud en lo que encontraba un buen puesto de trabajo y una residencia propia. Sus padres, lejos de molestarles la idea, aceptaron de inmediato y con un gusto que era imposible esconder. Los tres decidieron darle la noticia al resto de integrantes de la familia una vez regresaran a casa, supusieron que algo de ese calibre sería una gran sorpresa para los demás.

Lori empacó todas sus cosas, se despidió de los conocidos que hizo en los años que estuvo en aquel lugar, agradeció a algunos de sus maestros, compró ropa nueva y en unos días más ya se encontraba en el aeropuerto esperando junto a sus padres el vuelo que los llevaría de vuelta a casa. Lori mostraba gran emoción y nervio, hacía dos años que dejó de ver a sus hermanas y hermano frente a frente. Se preguntaba qué tan cambiados estaban, qué tan crecida estaba Lily, entre otras cosas, pero entre todo los pensamientos que venían a su mente, la figura de su pequeño hermano le provocó cierta sonrisa, en verdad le daba mucho gusto volver a ver a quien anteriormente la había ayudado a poner sus pilares para empezar a convertirse en la persona que era en ese momento.

El avión despegó y Lori quedó profundamente dormida mientras escuchaba música en sus auriculares. Su siesta fue de aquellas conocidas como reparadoras, esas que hacen que el individuo se reactive al momento de despertar. Lori tuvo un sueño en donde se veía a ella misma junto a otra chica muy parecida a ella y, justo antes de verle su rostro, despertó a la par que las bocinas del avión sonaban, era la voz del capitán que indicó que dentro de poco aterrizarían. Lori se estiró en su asiento, guardó sus aparatos electrónicos y disfrutó el final del vuelo.

Los padres Loud y su primera hija salieron del avión, buscaron sus maletas y pidieron un transporte para irse a casa. El camino fue de nervios para Lori, estaba ansiosa y poco podía hacer para evitar sonreír en todo momento. Con su dedo presionó el botón de la ventana, la bajó por completo y se puso a observar a las personas que se movían por las calles mientras el automóvil seguía su rumbo. Pudo ver algunas caras conocidas, Ronnie Anne entre ellas. Lori sólo se limitó a hacer una pequeña mueca mientras recordaba el antiguo romance que había tenido con el hermano de aquella chica, regresó su mirada y volvió a subir el vidrio del auto. Quién sabe qué había ocurrido con Bobby en esos años y, siendo sincera con ella misma, ni le importaba.