7. Una cuestión de perspectiva

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Aviso: La historia me pertenece, pero los personajes y el mundo son de Joanne Rowling.

Andrómeda

"Está mal" pensaba Andrómeda aquella noche del 31 de Octubre mientras estaba acostada en su cama y admiraba el dosel "Estás mal, Andrómeda. Ese niño te contaminó y debes deshacerte de él. ¿Acaso deseas ser una decepción para tu familia?"; desde que su amistad con Ted se había afianzado durante esos dos meses, aquellos malos pensamientos la atacaban cada vez más seguido.

No podía evitar sentir una pesadez en su estómago cada que se imaginaba a su hermana descubriendo que era amiga de un sangre sucia, diciéndolo a sus padres y el castigo que ellos le infringirían por haber traído la decepción a la casa. Con cada hora, minuto y segundo que seguía hablando con el muchacho rubio sabía que la contaminación aumentaba y le sería más difícil deshacerse de él. Pero ese malestar no era nada comparado con la idea que tenía de abandonar a Ted; había descubierto tantas cosas buenas sobre el niño que ya le aterraba la idea de soltarlo.

Sabía que Ted era un fracaso en Pociones e Historia de la Magia, asignaturas que ella manejaba a la perfección; ahora entendía que a Ted no le importaba el dinero, estatus o condición de alguien, por el contrario tenía una habilidad única para hacerse amigo de cualquier persona; Ted no se juntaba con ella simplemente por su apellido o el dinero que podría conseguir; Ted siempre estaba dispuesto a escucharla y ella se divertía enseñándole sobre el mundo mágico y, aunque lo negaría si alguien preguntaba, adoraba cuando le contaba cosas sobre el mundo Muggle.

"Es malo para ti. Lo sabes. Es inferior, repulsivo y una aberración" gritaba una parte muy fuerte de sí que adquiría las voces de sus padres, la tía Walburga, el tío Orión, Bellatrix y Narcissa. "Pero a veces lo malo para unos puede ser bueno para otros. Es cuestión de perspectiva" Luchaba una parte muy profunda de ella que sonaba particularmente como Sirius.

Y como todas las noches, Andrómeda se ponía a pensar si ya era momento de parar con aquella tontería de ser amiga de un sangre sucia y respetar los ideales que tan firmemente su familia le había enseñado. Y cómo todas las noches, ganaba aquella parte que pensaba que si Ted en verdad fuera un fenómeno, no debería sentirse tan bien ser su amiga.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Al día siguiente, al final de su clase de Pociones, Andrómeda encontró una sorpresa bastante particular. El profesor Slughorn, quien también era su Jefe de casa, le había pedido que se quedará unos minutos después de acabada la clase y ella no pudo evitar dejar que malos pensamientos invadieran su cabeza.

Siempre terminaba en castigo cada que algún adulto pedía a alguien en su casa quedarse después de cierta reunión, después de todo. Andrómeda esperó con ansias el saber que deseaba decirle el profesor Slughorn y ya se imaginaba el vociferador que le llegaría en privado a su recámara apenas sus padres supieran que había hecho enojar a un profesor. Trataba de consolarse con pensar que Slughorn, aunque estricto en cuanto a las normas, no parecía capaz de usar alguna maldición.

— Señorita Black ¿Ha tenido usted clases particulares de Pociones antes de venir a Hogwarts?

— No, profesor —Andrómeda mantuvo su voz suave y delicada, como le había enseñado su madre que debía hacer cada que hablaba con alguien mayor— Yo...mis padres nunca han contratado a profesores particulares para eso.

Slughorn sonrió de una forma que Andrómeda solo había visto en su tío Alphard cuando supo que lo habían borrado del árbol familiar: — Entonces ¡Es puro talento! ¡Puro, puro talento! —Andrómeda sabía que no debía sonreír, pero al averiguar que no la castigarían no podía evitarlo— Señorita Black ¿Escuchó hablar del Club de las Eminencias? —Andrómeda dijo suavemente un "No, profesor"— Bueno, yo no suelo invitar niños de primer año a mis reuniones pero he visto su desempeño en mí clase y hace años no veía una poción del olvido tan buena y consistente, creada tan solo en la primera clase. Si no ha tenido lecciones previas, señorita, podría decir que su habilidad para las pociones es única.

La galaxia más brillanteWhere stories live. Discover now