Capitulo 7: Kikyo II

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Entré a la casa de Inuyasha junto a Izayoi. Luego de un tiempo Izayoi consiguió una casa y dejo el apartamento de Kaede. Además, la riqueza de la familia de Inuyasha no solo venía del padre, Izayoi también tenía un buen trabajo. Era jefa de una compañía de publicidad y ganaba un buen dinero. La casa no era como la mansión en la que vivían antes, esta era más chica y me hacía sentir bienvenida.

-¿Quieres algo para tomar?- me preguntó con tono maternal.

-Agua, por favor- le contesté

Me senté en el sillón y traté de no llorar. Pero me fue imposible. Mi hermana me odiaba. Siento que todos lo hacen. Incluso yo misma.

Izayoi me dio el vaso con agua y se sentó a mi lado.

-Ahora querida, cuéntamelo todo- me dijo

Le conté todo. Desde principio a fin. Izayoi no se mostró sorprendida cuando le dije que su hijo había hecho esa apuesta. Supongo que ya lo sabía. A medida que le contaba, ella me secaba las lágrimas, me acariciaba el cabello y me tomaba las manos.

-Kagome, siento mucho tu sufrimiento- me dijo con tono sincero

-Lo que más me duele es el sufrimiento y el odio de Kikyo- le dije

-Lo se, tener estos tipos de problemas con hermanos es lo peor, pero para ti es peor, estás embarazada y tu hermana es tu gemela-

-Siempre me protegió de todo cuando éramos niñas. Ella me consolaba luego de que mi padre se fue. Ella resistía por las dos-

-Tu hermana me parece admirable y se que no quiere tener estos sentimientos hacia ti y hacia tu hijo-

-¿Usted tiene hermanos?- le pregunté

-No, pero conozco ese lazo de hermanos por Inuyasha y Sesshomaru. Se pelan mucho pero moriría el uno por el otro, aunque ahora estén peleados desde hace tiempo- dijo con tristeza

-Por culpa mía- afirmé

-No, Kagome, Sesshomaru es idéntico a su padre, el interesan más otras cosas como el dinero, el status social y muchas otras porquerías. En cambio, Inuyasha no es así, por eso sus personalidades chocan mucho- me dijo

-Siento todos los problemas que les he causado- dije con sinceridad

-Kagome no lo sientas, esto ya va a pasar. Sesshomaru no entiende a Inuyasha, eso es todo. Sesshomaru paso por una situación similar con su ex novia Kagura hace un buen tiempo. Se embarazó a tu misma edad y Sesshomaru la obligó a abortar. Aunque no sabemos bien que paso después, no volvimos a ver a Kagura, supongo que habrá abortado. Inuyasha y yo no estuvimos de acuerdo con la decisión de Sesshomaru- me dijo

Me sorprendí mucho. Se me habían aclarado muchas cosas, sobre el comportamiento que tuvo Sesshomaru conmigo.

-Inuyasha te aprecia ¿sabes?- me dijo de pronto

-No me ama, creo que se esfuerza solo por el bebé- le dije bajando la cabeza.

-No lo se, tú tienes un poder sobre el. Te tiene en un pedestal, tu opinión le importa más que la de cualquier otra persona-

No respondí, pero las palabras de Izayoi quedaron flotando en mi cabeza.

-Voy a llamar a tu casa para avisar a tu madre que te quedarás aquí a pasar la noche- me dijo sonriendo.

-No, gracias, no quiero causar molestias- le dije

-No causas ninguna molestia, eres la madre de mi nieto- me dijo mientras agarraba el teléfono

Sentí un grana alivio, porque la idea de ver a Kikyo, me ponía muy mal. Mi mamá se porto comprensiva y me dio permiso para pasar la noche aquí.

-Inuyasha esta en la casa de Miroku, probablemente se quedará a dormir allá, pero por si acaso le armaré el sofá-cama- dijo.

Asumí que yo dormiría en la habitación de Inuyasha.

-La ayudo- le dije

-No, gracias, no quiero que hagas ningún esfuerzo, este día ha sido agotador para ti y puede hacerle mal a tu hijo-

Me toque el vientre instintivamente. Me di cuenta de que tengo que cuidarme más. No puedo tener estos ataques emocionales otra vez porque tal vez perderé a mi bebé o tenga problemas de desarrollo.

El teléfono sonó e Izayoi fue a atenderlo, luego de terminar de armar el sofá-cama.

Me senté en el sofá-cama sin saber que hacer. Tenía que entretenerme con algo porque no quería pensar en Kikyo.

-Kagome, necesitó ir al departamento de mi madre, necesita mi ayuda en algo, pasaré la noche allá- me dijo, interrumpiendo mis pensamientos.

-Si no hay problema- le dije

Se fue y me quedé sola en la casa de Inuyasha. Empecé a recorrer la casa y me encontré con un álbum de fotos.

Empecé a ojearlo, contenía muchas fotos de Inuyasha y Sesshomaru. Este siempre aparecía en casi todas las fotos, serio y aburrido. En cambio Inuyasha siempre aparecía sonriendo y haciendo travesuras.

Me gustaría tener un niño. Uno que sea igual a el. Su personalidad, sus virtudes y su sonrisa.

La puerta se abrió y entró Inuyasha. Cerré el álbum y lo puse en donde estaba.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó preocupado.

No le contesté.

-¿Le paso algo a Zuko?- me preguntó acercándose a mí.

-No ha pasado nada, tuve un problema y tu madre me ayudo a resolverlo- le contesté

-¿Qué problema?- me preguntó mientras me acariciaba el rostro.

-No quiero hablar de eso- dije apartando su gesto y acordándome de mi hermana.

-Esta bien, no me cuentes, pero debes cuidarte, puedes perder el bebé- me dijo con tono enojado.

-Si lo se, trataré de no agitarme, por cierto. Izayoi me invitó a pasar la noche aquí- le dije mirando a otro lado.

El puso una cara que no pude descifrar.

Mi estomago rugió con fuerza y me puse roja de vergüenza.

-Te cocinaré algo- me dijo

-No hace falte- le dije tratando de calmar a mi estomago.

-Cállate, te voy a cocinar y punto- me dijo dirigiéndose a la cocina.

Me senté de nuevo en el sofá-cama y me puse a ver la televisión. No había nada interesante, pero trataba con todas mis fuerzas, distraerme para no pensar en Kikyo.

Estaba todavía confundida, no sabía que hacer. Luego de ver realitys y concursos en la televisión pude sentir el olor de una deliciosa comida.

-Kagome, la comida esta lista- me dijo Inuyasha.

Fui casi flotando, feliz de la idea de comer. Inuyasha me había cocinado spaghetti.

-No sabía que podías cocinar- le dije

-Hay muchas cosas que no sabes- dijo sentándose

Me comí toda la fuente de comida. Me sentí llena y satisfecha.

-Estuvo deliciosa- le dije sonriendo

-Gracias- me contestó sonriendo

Ayudé a lavar los platos a Inuyasha. Esta acción me hizo fantasear en una realidad en la que estábamos casados.

Luego nos acostamos en el sofá-cama.

-Kagome ¿Crees que el bebé escucha lo que decimos?- me preguntó

-Creo que si- le dije

-Hay muchas cosas que dije sobre el y no me gustaría que las haya escuchado- me dijo

Pensé en las cosas que había dicho, en el bar. Cuando se enteró de mi embarazo.

-Tranquilo Inuyasha, creo que te ha perdonado- le dije mientras acariciaba mi vientre.

-¿Me dejas intentar algo?- me preguntó

-Por supuesto- le contesté

Inuyasha se acerco a mi vientre y lo acarició suavemente. Luego empezó a cantar de forma suave y clara.

-En lo más profundo del prado, hay una capa de hojas, un rayo de luna, olvida tus penas y calma tu alma, pues en la mañana todo estará en calma. Este sol te protege y te da calor, las margaritas te cuidan y te dan amor, los sueños son dulces y se harán realidad y mi amor por ti aquí perdurará- 

Esa canción me tranquilizó y creo que también a mi bebé. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Inuyasha será un estupendo padre.

El beso con dulzura mi vientre y luego me acaricio el rostro. En ese momento, no hubo más dudas, ni Kikyo, ni mis compañeros, ni la familia de Inuyasha, ni nada más estuvo en mi mente. Solo Inuyasha y Zuko.

No paso mucho tiempo, cuando me abrazo y me beso. El beso se hizo más apasionado, el me levanto del sofá-cama y yo rodee mis piernas en su cintura y me llevó a su habitación.

Inuyasha: Embarazada a los 16Where stories live. Discover now