Inuyasha: Embarazada a los 16

Capitulo 8: Kikyo III

 Desperté en la mañana, muy confundida. Las sabanas era lo único que me cubría, eso y los brazos de Inuyasha.

Ya esta, lo habíamos vuelto a hacer. Tuvimos sexo. Maldición, estaba sintiendo un felicidad que me crecía desde mi pecho hasta formarse una sonrisa en mi rostro, mientras recordaba todos los besos y las caricias.

¿Acaso no tenia autocontrol? Izayoi me había dicho que yo tenia poder sobre el, pero el también tenia poder sobre mi.

A lado mío, el dormía pacíficamente, parecía que tenia un buen sueño. Todo esto me parecía maravilloso pero apareció la cara de Kikyo y me sentí un poco culpable. Todos estos meses ella había estado sufriendo y odiándome. ¿Desde cuando quería a Inuyasha? ¿Habrá sentido el mismo dolor que sentí luego de mi primera vez con el? ¿Algún día podremos volver a ser las mismas que fuimos siempre?

Pero, a pesar de todo, lo cierto es que voy a tener un hijo con Inuyasha y creo que si, tenemos la oportunidad, Zuko merece tener una familia completa.

-Buenos días- susurró en mi oído sobresaltándome

-Buenos días Inuyasha- le contesté

Lo siguiente fue un beso muy dulce que siguió con muchas risas y caricias suaves y dulces. Estábamos a punto de tener relaciones otra vez hasta que escuchamos una voz. Dejamos de besarnos y nos miramos asustados.

-¡Mi madre!- dijo Inuyasha

Saltamos de la cama y nos vestimos lo más rápido que pudimos. No alcance a ponerme los zapatos y el no consiguió abotonarse todo los botones de su bendita camisa, cuando Izayoi abrió la puerta de la habitación.

-¡Aquí esta!- dijo Inuyasha con alegría, sacando un gran libro de su estantería

La cara de sorpresa de Izayoi y mi confusión fueron claras en nuestros rostros.

-Te dije que tenía 50 sombras de Grey- dijo Inuyasha

Me di cuenta lo que intentaba hacer.

-¡Ah! Claro, lo había estado buscando por todos lados- dije tomando el libro

La cara de Izayoi se suavizó al creerse nuestra actuación.

-Hola mamá- saludo Inuyasha

-Hola- salude

-Hola chicos- saludo Izayoi

-¿Cómo esta Kaede?- pregunté

-Bien, me necesitaba para una tontería- respondió ella

-Mamá, antes de que vengas podrías haber llamado, digo así hubiera cocinado algo- dijo Inuyasha rascándose la nuca

Inuyasha lo decía porque si ella hubiera llamado, nosotros no tendríamos que habernos alterado como hace unos minutos.

-Lo siento- dijo ella- Traje comida para desayunar-

Ella salio de la habitación y los dos empezamos a reír. ¡De la que nos salvamos! Si Izayoi se hubiese enterado de que tuvimos relaciones, nos hubiera retado y ya no confiará más en ningunos de los dos.

-Gracias al cielo, tuvimos suerte- le dije sonriendo

-Lo se- me dijo

Antes de salir para desayunar, Inuyasha me dio un dulce beso y fuimos a la cocina. Nos sentamos en silencio y empezamos a comer las ricas medialunas que trajo Izayoi.

-Kagome, mi amiga Midoriko tiene un centro de ayuda para jóvenes en tu misma posición- me dijo Izayoi

-¿Por qué le dice eso?- preguntó Inuyasha