A _______ nunca le ha gustado educación física, por eso siempre suspende. La profesora, harta de todo eso decide ponerle un examen relacionado con el Volleyball que llevaría a cabo dentro de dos meses, justo en los exámenes de recuperación.
La profe...
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-Te besó. -Asentí por decimocuarta vez en lo que llevábamos de camino a la academia.- Bokuto, te besó.
-¡Qué sí! ¿Te cuesta eh? -Mei parpadeó un par de veces sin creérselo mucho.- Como te pongas a gr-
-¡Lo sabía, sabía que pasaba algo entre vosotros dos! -Gritó como perra loca.- ¿¡Te gustó?! ¿¡Besa bien?! ¿¡Hubo lengua?! ¡¡_____ habla, por el amor de Dios!! -Comenzó a zarandearme de los hombros bruscamente.-
-¿¡Te quieres calmar, estúpida?! -La aparté un poco y suspiré.- ¿Yo qué voy a saber si besa bien? No me han dado un beso en la vida. Y no, no hubo lengua, maldita pervertida.
-¿Pero te gustó? -Hice una mueca, no quería hablar del tema.- Hayashi ______, cuando Mei quiere saber algo, lo sabe por las buenas o por las malas.
-No empieces a hablar en tercera persona como tu hermano, por favor. -Suspiré exhausta.- Sí que me gustó... -Susurré.-
-¿Qué? No te oigo bien... -Canturreó con burla y yo rodé los ojos, me estaba conteniendo las ganas de no soltarle una hostia.-
-¡Qué sí que me gustó, coño! -Mei alzó los brazos victoriosa.- Eres insoportable.
-Me vas a tener que aguantar muchos años más.
-Ya me hago una idea...
Hablamos un poco más del tema hasta llegar a la academia, como siempre me acompañó a clase y ahí nos quedamos hablando un poco más hasta que sonara el timbre.
-Prométeme que vas a hablar de esto con él en el entrenamiento.
-Qué sí... Pareces mi vieja.
-¡Encima que intento ayudar! -Las dos reímos y ella se llevó una mano al mentón.- Creo que se me ha ocurrido algo... ¡En el recreo vengo!
Se fue como alma que lleva el diablo y yo entré en clases, no tenía muchas ganas de hacer nada ya que tenía la cabeza hecha un lío por culpa de Bokuto, cada vez que pensaba en lo que había pasado tenía ganas de esconder la cabeza en el suelo y no sacarla nunca.
-Y aquí tenemos al tomate más rojo del mundo. -Miré a Neil riéndose de mi cara mientras se sentaba, fruncí el ceño y miré hacia otro lado.- ¿Qué te pasa ahora?
-Nada que te interese, pesado.
-Dímelo.
-No.
-Porfa.
-Neil, eres un enorme grano en el culo. -Él soltó una carcajada.- ¿Puedes irte? Quiero morir sola internamente.
-Eres una drama queen. -Bufó molesto.- Además, sabes que me voy a enterar tarde o temprano, Mei no es una chica disimulada.
