A _______ nunca le ha gustado educación física, por eso siempre suspende. La profesora, harta de todo eso decide ponerle un examen relacionado con el Volleyball que llevaría a cabo dentro de dos meses, justo en los exámenes de recuperación.
La profe...
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Apreté mi coleta y seguí corriendo tras ellos, esos jodidos titanes tenían el aguante de un toro y mi aguante era como el de... un gusano, uno que se encuentra muy mal.
Paré y me apoyé en mis rodillas para respirar fuerte, llevábamos corriendo media hora y ya estaba hecha mierda.
-¡______-chan, te quedas atrás! -Gritó Bokuto que iba el primero, yo me mordí la lengua para no gritarle cuatro cosas y pasé de él, intentando revivir mi corazoncito que estaba al borde del ataque cardíaco.-
Alcé la cabeza cuando vi a alguien acercarse, era Kuroo.
-¿Estás bien?
-¿A ti qué te parece, Einstein? -Rió con ganas y me pasó su botella de agua, yo me puse derecha y suspiré.- No ha sido buena idea salir a correr.
-Correr te viene bien, así fortaleces esas patitas de pollo que tienes. -Le di un empujón y me miró divertido.- Venga vamos, no quiero que tu noviecito se ponga celoso.
-¿Noviecito? ¿Celoso? -Comenzamos a correr de nuevo.- Vaya cuentos tienes en la cabeza.
-A mi no me engañas, microbio, mi bro y tú sois novios.
-¡No somos novios!
-¡Quiero ver un beso de vosotros dos después! -Rodé los ojos, Kuroo me sacaba de quicio.-
Conseguí seguirles el ritmo un poco, pero me costó bastante, sin embargo, seguía estando la última y eso me jodía el orgullo. ¡Me tuvieron una hora y media más corriendo, son unos malditos maltratadores!
-¡Me duelen las piernas...! -Me quejé haciendo un puchero y dejándome caer en el bordillo de la calle.- Akaashi, agua.
-¿Ya te la has bebido toda? La vas a tener que comprar...
-AGUA. -Bokuto soltó una carcajada por la cara que se le puso a Akaashi y yo también lo habría hecho si no fuera porque me estaba muriendo.- ¿Por favor?
-¿Por qué no vas tu solita? Tienes piernas para algo, enana. -Me dijo Kuroo sentándose a mi lado.
-Ya, el problema es que no las siento.
Bokuto me agarró de los brazos y de un tirón me puso de pie, yo alcé una ceja cansada y él sonrió.
-Va, no seas tan vaga, de todas formas te vas a tener que acostumbrar a esto, vamos a correr bastantes sábados.
-Bokuto, pensaba que me tenías aprecio. -Me puse una mano en el pecho haciéndome la ofendida pero Akaashi me agarró de los hombros y me puso en dirección a la tienda para que pudiera verla.-
-Venga, luego te compro algo.
-Agh, queréis que me muera... -Murmuré.- Ya veeeeengo. -Fui hacia la tienda caminando como zombie deshidratada mientras oía la risa de hiena de Kuroo desde lejos, valiente hijo de puta.-
