A Hinata le gusta el café con leche, que sea dulce y que lleve crema.
A Sasuke le gusta el café negro y que no lleve azúcar, ni crema.
Ambos tienen gustos diferentes pero a pesar de ello, ambos le gusta el café.
Ambos se encuentran diariamente en la...
«El café es un bálsamo para el corazón y el espíritu»
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Hanabi estaba acostada en su cama boca abajo, sus piernas se movían a la vez que se entretenía mandando mensajes de su teléfono. Tarareando una canción la pequeña Hyūga sonreía ante lo escrito en la pantalla.
—¿Qué es ese aroma? —se preguntó Hanabi en voz baja.
Cerro los ojos y se concentró en el aroma que viajaba con el aire "Es... Chocolate", pensó abriendo los ojos en el mismo instante que saltaba de la cama. Camino fuera de su habitación siguiendo el aroma como un sabueso prosiguiendo un rastro. Sin mucha dificultad llego a la cocina donde estaba su amada hermana mayor cocinando.
—Nee-san ¿Qué estás haciendo? —preguntó curiosa observando fijamente los ingredientes que están en la encimera, la mayoría era chocolate.
—Estoy practicando los regalos de San Valentín para Otou-sama y Neji-nii-sama —respondió Hinata con una sonrisa.
—Oh es verdad, dentro de poco es San Valentín —Hanabi se sentó en una de las sillas giratorias cercana a la encimera—. ¿Y qué piensas preparar?
—Este año hare bombones de chocolate y chocolate blanco —contestó en el mismo momento que tomaba una paleta y comenzaba a batir un chocolate derretido que se encontraba en baño maría.
Sin hacer más preguntas la menor de las hermanas se mantuvo en silencio, todo el tiempo se entretuvo observando a Hinata moverse de un lado a otro por la cocina. El tiempo paso y con eso los bombones estuvieron listo.
—Adelante Hanabi-chan, pruébalos —alentó Hinata.
Sin perder más tiempo Hanabi tomo un bombón, apenas el dulce entro en contacto con sus papilas gustativas, Hanabi gimió de placer.
—Delicioso Nee-sama —alabó con toda sinceridad.
Con un sonrojo en sus pálidas mejillas, Hinata comenzó a limpiar la cocina, mientras Hanabi no paraba de comer.
—Ne, ne nee-sama ¿Le regalaras algunos bombones a Sasuke-san? —Hanabi alzó las cejas sugestivamente y solo pudo sonreír ampliamente al ver a su hermana tropezar con sus propios pies.
—¡Hanabi-chan! ¡Que... Que cosas di-dices! —roja como un tomate Hinata giró la cabeza en negación.
La menor solo podía divertirse ante la reacción exagerada de la mayor. Hanabi desvió los ojos de Hinata para enfocarlos en el tazón donde antes estaban sus bombones pero ahora estaba vacío, con un puchero busco a lo largo de la encimera más bombones, para su suerte había un poco en otro tazón, con una sonrisa en el rostro se estiro y tomo uno.
—Ne... Nee-sama, creo que a estos de aquí les falto azúcar —El bombón no sabía mal, pero a Hanabi le gustaba más dulces que amargos.
—Oh, no. Esos de allí son de chocolate amargo —informó Hinata—. ¿No saben bien? —preguntó algo preocupada.
—¡No! —se apresuró a negar Hanabi—. Saben bien, pero los prefiero más dulce.
Hinata suspiro de alivio, al momento que regresaba a limpiar.
Sin más bombones para comer Hanabi regreso a su habitación, recogió su teléfono abandonando y retomo la conversación que anteriormente estaba teniendo.
[Nee-sama está haciendo bombones para San Valentín... Estoy casi segura que ella le dará un regalo a Sasuke-san]
Oprimiendo la techa de enviar, Hanabi se recostó en su cama. No tuvo que esperar demasiado para una respuesta.
[Si eso es así, ambos estarán progresando muy bien. Aunque hay un problema]
Hanabi alzó una ceja.
[¿Un problema? ¿Cuál?]
[A Sasuke no le gustan las cosas dulces]
Hanabi leyó el mensaje y sonrió.
[Si es esa la razón, no hay nada de qué preocuparse. Hinata-nee-sama hizo bombones de chocolate amargo]
[Ya veo. ¿Hay alguna posibilidad de que los bombones amargos sean para alguien más?]
[No. A mi Otou-sama y nii-sama le gustan las cosas dulces]
[Entiendo. ¿Hanabi-san tiene planes para el 14 de febrero?]
[¿Una misión de ninjas?]
[Exactamente]
[Estoy libre]
[Entonces nos vemos al frente de la cafetería]
[Está bien. Nos vemos allí]
Hanabi colocó su teléfono a un lado y miro el techo.
—Tal vez debería regalarle algún chocolate a Itachi-san —se dijo a sí misma. Con una sonrisa salió de su habitación con un grito—. ¡Nee-sama enséñame a hacer galletas de chocolate!
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Nota de autor:
Esta historia también se puede encontrar en la plataforma de Fanfintion.
