Capítulo especial| Y somos cuatro...

224 39 53
                                    

B U N N I E🌙🌙🌙

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

B U N N I E
🌙🌙🌙

Recuesto a Daría en su cuna, estaba muy cansada se la paso jugando con Evan toda la tarde en casa de Mar y apenas le di su mamadera ella sucumbió ante el sueño. La arropo con sus mantas y beso su frente, me alejo de su cuna apagando las luces, cerrando la puerta tras de mi suelto un aire de cansancio. Desde la puerta de enfrente veo a Tad quitándose el poleron manchado con salsa que Daría tiró sobre su padre en un intento de alejar la cuchara con comida que este le ofrecía. A paso lento entro en nuestra habitación y rodeo su torso con mis manos, apoyando mi rostro contra su espalda suelto otro largo y tendido suspiro.

—¿Quieres que prepare palomitas y veamos The crown juntos conejita? —pregunta él tomando mis manos llevándolas a su boca dejando un tierno beso en mis palmas, sonreí por su gesto y soltando su torso lo hago girar rodeando su cuello con mis manos.

—Gran idea, solo que esta noche no quiero comer palomitas te quiero comer a ti —ronroneo contra sus labios, probando su sabor, mis manos se hunden en su cabello y lo beso. El cansancio que tenía antes se esfumó cuando las manos de Tad apretaron mi cintura, me acerque aún más a su cuerpo recorriéndolo con las manos por encima de la ropa. Las manos de Tad abandonan mi cintura y se colocan sobre mi camisa abriéndola de un tirón, nos separamos para vernos a los ojos. Acaricio mis mejillas con sus manos manteniéndome la mirada, mis manos estaban rodeando su cintura jugando con la tela que poco a poco iba enrollando para quitarle esa camiseta.

—Últimamente lo hemos estado haciendo mucho ¿tienes algo que decirme? —indaga mirándome con una ceja alzada, no sabía como lo hacía, pero siempre descubre cuando trataba de ocultarle algo o en este caso sabe que me pasa algo que nos involucra a los dos y nuestro ritmo de vida. Con una bebé de apenas un año y medio, logramos encontrar un equilibrio entre el trabajo y pasar tiempo con nuestra hija.

—Si tengo algo para decirte, planeaba hacerlo mañana luego de una romántica cena, estando ambos acostados en la cama descansando de habernos amado y mirándole a los ojos te dé esa maravillosa sorpresa. Es una noticia que explica por qué me siento tan exhausta estos últimos días, el porqué mi hambre sexual despertó tan repentinamente y porque me duele tanto la cabeza —admito apoyando mi cabeza contra su pecho, quería esconderme antes de dar la noticia, no por miedo sino porque admitir aquello lo hace real y tengo miedo de que algo malo pase.

—¿Estás enferma? ¿Te pasa algo a nivel hormonal? —interroga mi adorado esposo mirándome con ojitos tristes, preocupado por mí acuna, mi rostro entre sus manos y solo me hace querer llenarlo a besos.

—No, lobo no estoy enferma, tampoco es algo hormonal o no del todo —comentó rodeando su cuello con mis manos acercándome hasta quedar a unos centímetros de sus labios, observando a sus azules ojos que me miraban con dudas y preocupación —Es solo que ahora vamos a ser cuatro —agregó conteniendo la sonrisa en mis labios, estaba esperando que reaccionara, que me dijera algo, pero Tad solo atino a abrazarme. Me levanto del suelo cargándome como si fuera una bebé, hasta que escuche un sollozo, él estaba llorando por la noticia no sabía si de felicidad, tristeza o simplemente quería llorar por todo lo que se había aguantado cuando estábamos buscando a Daría.

Los Ojos De La Luna [2.2]Where stories live. Discover now