Capítulo 4| ¿Quién será mi victima?

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T A D E U S🌊🌊🌊

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T A D E U S
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En casa de mi hermana Electra es normal encontrar reliquias que si se rompen pueden desencadenar catástrofes que no son vistas desde la época dorada del olimpo. Mi hermana tiene muchos objetos malditos, pero tanto su hija Paulette como su marido Malcolm saben que no deben tocar esos objetos ni para limpiarlos, cualquier falso movimiento desencadenaría una catástrofe.

- ¿Qué te trae por mi casa hermanito? - pregunta mi hermana dejando sobre la mesa de la sala un plato con bocadillos junto a la jarra de limonada.

- Te extrañaba hermanita, hace mucho que no veo a Paulette y ya que pasaba cerca de tu casa quise pasar a saludar - comento con una sonrisa algo forzada pues mi excusa era algo floja, mi verdadera razón para ir a casa de mi hermana era obtener una de sus reliquias malditas.

- Si claro y yo tengo tres ojos - comenta de manera irónica mi hermana rodando los ojos - Dime a que has venido o le diré a papá que estuviste por aquí y que algo estas planeando torpe - dándome un suave golpe en la cabeza mi hermana me mira con los ojos entrecerrados y ruedo los ojos para decirle la verdad.

- Bien te diré la verdad, necesito que me prestes alguna de tus reliquias malditas para poder hacer que una persona siga mis ordenes ciegamente y luego no recuerde nada de lo que paso - mi hermana alzo una de sus cejas y me di cuenta de que mis palabras pudieron malinterpretarse - Es para una broma, quiero darle una lección a un idiota que se sobrepasó con una amiga de la universidad - miento pero ahora me esfuerzo por que ella no se percate de mi descarada mentira y por como sonríe supuse que me ayudara.

- Si papá o tu madre vienen a preguntarme si tuve algo que ver con tu broma lo negare todo y si me descubren diré que tú me robaste hermanito - habla la castaña levantándose del sofá para desaparecer por el pasillo hasta que se mete en una puerta. Cuando veo que se va a tardar me levanto para ir hacia su oficina donde sabía que tenía un álbum de fotos de la universidad y una especie de diario donde cuenta todo lo que vivió dentro de la fraternidad.

Revisando en los estantes de sus librerías saco libro por libro mientras los voy colocando, no recuerdo donde fue que guardo su diario la última vez que lo presumió en una cena familiar. Revisando estaba tan inmerso que no escuche que alguien había entrado en la oficina hasta que ya fue demasiado tarde.

- ¿Qué haces tío Tad? - la voz dulce de mi sobrina Paulette me sorprende y yo me pongo nervioso dejando los libros que tenía en la mano.

- Hola pequeña, solo estaba quitándole el polvo a los libros - comento apoyando mi codo en uno de los estantes para parecer mas relajado y que en realidad solo estaba diciendo una sucia mentira. Mi sobrina alza una de sus cejas y entrecierra un poco sus ojos azules, ante ese acto trago saliva ya comenzando a sudar frio. Por las barbas de Zeus estoy aterrado de una niña de trece años, pero si Electra se entera que estoy tocando sus cosas sin su permiso es capaz de dejarme sin hijos. Odia que le toquen sus cosas.

Los Ojos De La Luna [2.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora