capítulo 124

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La puerta del despacho de la líder de swords fue abierto sin siquiera pedir permiso. Jungkook se acercó a su madre, con desesperación.

- Necesito tu ayuda - Pidió al instante.

Taeyeon quien estaba limpiando una se sus armas más preciadas, levantó su cabeza y miró a Jungkook.

- ¿Necesitas mi ayuda?

- Si, se que dijiste que no ibas a ayudarme a encontrar a Jimin. Pero te necesito - Estaba dispuesto a arrodillarse con tal de que su madre le extendiera una mano.

- Te escuchó - Ella no iba a ceder a menos que su hijo tuviera una buena propuesta.

- Fui a el burdel de Heechul, se que el lo tiene, pero no puedo entrar sólo. No tengo suficiente gente y tampoco armas que se comparen con las suyas - Mordió su labio con nerviosismo e impaciencia, ya no podía seguir aguantando un día más sin Jimin.

- ¿me estas pidiendo que te preste a mis hombres y mis armas? - Arqueó su ceja, mientras se recargaba en su silla - Sabes que yo no doy cosas gratis, hijo. No importa cuánto te amé ¿qué me darás a cambio si te ayudo?

Su madre estaba pensado en algo desde hacía un tiempo, sólo estaba esperando este preciso momento, en el que su hijo se rindiera y pidiera ayuda.

- Haré cualquier cosa que me pidas, lo juró - Un juramento en familia swords era sagrado ¿Jungkook sabía en qué se estaba metiendo?

- Rescataremos a Jimin, pero el próximo fin de semana te irás a vivir lejos. Hasta que cumplas la mayoría de edad para unirte a nuestra mafia y cumpliras con tu deber cómo acordamos de un principio ¿qué te parece eso? - Sus ojos oscuros se posaron en su hijo.

Jungkook sabía a qué se refería... una vez ya dentro de la mafia no podría desobedecer a su jefa (Taeyeon) si no eso sería su muerte de inmediato. Quería alejarlo de Jimin, su madre no cambiaría el concepto del amor, el cual para ella te hacía débil y en una mafia no se tenia permitido.

- ¿Qué pasa con el compromiso? - Después de todo, Taeyeon y el señor Park tenían un acuerdo.

- Sigue en pie. Pero tengo otros planes antes de que ese compromiso se lleve a cabo - Sonrío. La mujer se levantó y comenzó a acercarse a su hijo - ¿Tenemos un trato?

No quería ir se... pero debía ayudar a Jimin.

- ¿Podre despedirme de el?

- Siempre tan cursi como tu madre - Soltó con asco - Podrás despedirte, pero en esos meses lejos verás que ya no te acordarás de la existencia de ese Rose Noire.

¿Eso era posible...? Jimin había dejado una gran marca en su corazón. No creía que pudiera olvidarlo, no importaba cuán insistente fuera su madre al respecto.

KILLERS 📌 Kookmin Au Where stories live. Discover now