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YunHo todavía sollozaba arriba del auto viendo por la ventana su propia cara hecha un desastre. Si no fuera por sus suspiros de llanto, irían todos en completo silencio. Es que tenía sentimientos encontrados respecto a su reencuentro con WooYoung. En primer lugar, no estaba seguro de si podría volver a verlo, y eso lo mortificaba. Pero a la vez… le fascinaba que su hermano estuviera bien junto a su pareja destinada, y saber que en cierto modo eso era gracias a él, lo consolaba levemente. Su matrimonio con el príncipe MinGi no solo servía para asuntos monárquicos, sino que también para que dos enamorados pudieran estar juntos.

YunHo no era un omega particularmente romántico, pero su lado cursi logró dominarlo un poco. A él le habría gustado vivir un amor así, dispuesto a todo, tan genuino e intenso, pero su situación era distinta: él tenía al príncipe MinGi, a quien lo habían unido por conveniencia y no porque era su pareja destinada.

—Usted todavía sigue triste, joven Jung —dijo de pronto el recién mencionado, su voz sonando muy fuerte en la noche iluminada por los faroles de la calle—. Se suponía que esto debía calmarle.

YunHo vio en el reflejo del vidrio una pizca de la cara y el pelo del príncipe, aunque no pudo notar su expresión debido a su propia imagen estorbando, sus ojos húmedos e hinchados de tanto llorar. Eso lo puso más inestable, ¿Por qué MinGi era tan extraño? ¿Por qué era tan torpe y a la vez tan bueno con él incluso cuando YunHo lo había tratado de esa forma en la noche de bodas? Seguro era un simple protocolo, el tratarlo de ese modo. Aunque… esto no lo sabía nadie: MinGi había desobedecido a sus propios padres, los reyes de la nación.

Una suave sensación en su cabello lo hizo sentir un escalofrío, y no fue hasta se giró hacia el lado de MinGi que se dio cuenta de que él era el causante de aquello: el más joven de los príncipes, intentaba consolarlo tímidamente, deslizando los dedos por su pelo, apenas rozando con la yema de estos.

Quizás fue la expresión de YunHo, quien se quedó atónito observando a su esposo, pero MinGi de inmediato alejó su mano y se giró hacia la ventana, tal como lo hacía todos los días en que debían viajar. YunHo no pudo ver que la cara del chico se puso completamente roja de la vergüenza.

—Lo lamento —dijo MinGi después con la voz muy temblorosa—, yo sólo quería que fuéramos amigos, pero no hice lo correcto.

MinGi estaba malinterpretando la impresión de YunHo como si en realidad fuera una especie de rechazo hacia él, pero YunHo de verdad deseaba ser amigo del príncipe alfa. El alfa quizás no había hecho lo correcto según sus propias palabras… mas para con el reino, porque YunHo estaba muy agradecido con todo lo ocurrido. Aun así, seguía teniendo esas reacciones de rechazo involuntarias hacia el príncipe, aquellas que tanto le molestaban a su lobo. Estúpido, condescendiente y sumiso lobo omega que deseaba… ¿deseaba qué? ¿Ser el mejor rey de la historia o algo similar?

YunHo no se había dado cuenta de que llegaron a los terrenos del reino y que el vehículo se había detenido justo afuera de la entrada al castillo. Si no fuera por el hecho de que MinGi se bajó rápidamente del auto, habría seguido allí sentado toda la noche. Salió del vehículo y aprovechó el momento para apreciar la luna nueva brillando en el cielo despejado. Era una noche bonita, y corría un viento suave que balanceaba su cabello de un lado a otro. Deseó transformarse y salir a recorrer los bosques, pero ahora que era un príncipe no podía llegar y hacerlo.

—¿Joven Jung? —MinGi, desde la amplia puerta de entrada, lo llamó al verlo sin moverse—. ¿No entrará al castillo?

YunHo respiró profundamente sintiendo como el aire nocturno secaba de a poco sus lágrimas. Luego miró a MinGi, y preguntó:

—¿Quiere ser mi amigo aunque le haya dicho que no quería casarme con usted, príncipe MinGi?

El alfa alzó ambas cejas impresionado por la pregunta de YunHo, quien no había sonado agresivo, ni triste, y menos molesto. YunHo, en realidad, estaba genuinamente curioso, e incluso… ¿Sumiso? ¿Acaso esa era la mejor palabra para describirlo?

—Yo… —MinGi no supo qué decir, así que sin responder se acercó a YunHo, quedando justo frente a él. Ambos tenían una estatura similar, aunque el omega era un poquito más alto. MinGi solía acercarse mucho a SeongHwa cuando hablaba con él, si hubiera hecho lo mismo con YunHo, ellos probablemente sí habrían estado rozando sus narices, sin embargo mantuvo la distancia suficiente como para que eso no pasara—… usted huele a omega embarazado —mencionó con torpeza, sintiéndose extraño.

YunHo frunció el ceño e hizo un puchero, avergonzado. Ante tal imagen del omega, MinGi sintió algo raro en el estómago.

—Lo lamento —se disculpó YunHo finalmente.

MinGi suavizó su expresión a una más tranquila, pues otra vez había arruinado su trato hacia el joven Jung comentando sandeces. No era su intención de todos modos, sino que… simplemente no podía oler del todo la esencia de YunHo. Era raro, pero con el pasar de los días se había acostumbrado a esta.

—Es solo un olor, no tiene por qué disculparse con… 

—No, yo… —YunHo lo interrumpió, y bajó la vista hacia el piso. En efecto, él estaba totalmente sumiso ante MinGi, quien sintió de pronto que el corazón se le salía por la boca—. Lamento hablarle así la noche de bodas. Mi lobo… mi lobo sí estaba descontrolado esa noche y yo… deseo ser su amigo también.

MinGi suspiro.



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Por favor denle amor a este capítulo 🤧

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IDEAL [yungi]Where stories live. Discover now