Capitulo 15

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Capitulo 15

Peter: Mariana?

Lali: Que Peter? (Sin darme vuelta)

Peter: Podes bajar? Tengo que decirte algo.

Lali: Decimelo de hay.

Peter: Que bajes. (Grito) 

Lali: Que necesitas?

Peter: Besame.

Lali: Que?

Peter: Que me beses o no escuchaste? (Tomandola del brazo) 

Lali: (Beso) Me tengo que ir a dormir, Peter, por favor déjame irme. (Mi voz temblaba) 

Peter: Porque me hablas como si tuvieras miedo? No te pegue.

Lali: Eso es lo que me pasa, anoche te dije que tengo miedo de estar a tu lado y más en esta situación que te encontras, no lo hagas, necesito que dejes descansar mi cuerpo, Peter. Trata de no volver más asi, tu hija se puede encontrar en casa. 

Aprecia lo que tienes antes de que sea tarde, el tiempo pasa rápido y cuando menos te lo imagines, ya no estaré a tu lado.

Peter: Esta?

Lali: No. (Pausa, no soltaba mi brazo) Anoche te mostrabas tan diferente a lo que eras ahora, tan distinto a lo que te mostras.

Peter: No sabes el dolor que se siente al perderlo todo.

Lali: Nunca perdiste nada, Pedro.

Peter: A vos si te perdí.

Lali: Estas a tiempo de recuperarme, la diferencia está en que vos no haces un intento de cambiar, de poder aunque sea un poco recuperar algo de lo que éramos, no dejes que el pasado pase más capítulos, cuando te necesitaba tanto, me dejaste completamente sola. Porque siempre tenemos que volver una y otra vez a lo mismo de siempre?. Necesito que cambies. 

Peter: En que me necesitabas?

Lali: En todo. 

Peter: (Apretandole el brazo) Putas como vos no se merecen mi ayuda, no se merecen este marido a su lado, no tenes derecho a reprocharme nada cuando te acostabas con otros hombres. 

Lali: (Lo interrumpi) Si, Peter, sos un hijo de puta, te juro que si en este momento tendría algo en mis manos, te lo daría, con el simple hecho de matarte y que me dejes en paz, pero no pienso ensuciarme mis manos con tu maldita y sucia sangre, si tan solo supieras y sintieras mis manos en tu cuerpo lo entenderías, si, tal vez soy una maldita puta, como vos decis, pero sabes cual es la diferencia, que vos no me haces disfrutar en la cama, como los otros.  (Tomando aire) Y si me tenes que pegar, pégame, sabre que la razón es porque sos poco hombre.  

Era una esclava de sus golpes, no había vuelta que darle, era eso, soportar sus manos, o tenerlo dentro mío, lastimándome; Creo que ya no dolia tanto, mi cuerpo estaba tan acostumbrado a esto, que sus manos ya eran como una prenda más de ropa, los moretones eran como maquillajes a mi cara, mi sangre era como un desperfecto perfume, mi dolor era el premio mayor para él. 

El tiempo no da marcha atrás, debía dejar de engañarme con que él iba a cambiar, lo de anoche solo era una mascara más de las tantas que me mostro, una más que me la creía, tenia eso, tenia el poder de  controlar mis más profundos sentimientos, me odiaba. 

CONTINUARA… 

CicatricesWhere stories live. Discover now