Cap. 6

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Capítulo seis: Sospechas.

Volví a mi habitación con la respiración agitada, recordar su voz ronca al murmurar cerca de mí encendía mis mejillas sin darme tregua a ordenar los pensamientos.

Ataqué mis ropas en búsqueda de algo sencillo pero bonito.
Por primera vez sentí realmente necesitar la ayuda de Haru, pero no la he visto desde que tuve aquella reunión con Michikatsu y su padre. Aún así, no le di mayor importancia, pues debe de estar con las demás criadas de la residencia para los detalles del funeral de la señora Tsugikuni.

Decidí lo que usaría y partí a tomar un baño, por alguna razón me sentía ansiosa y emocionada por mi encuentro con Yoriichi.
Terminé de asearme y con cuidado logré ponerme el kimono a la perfección.

Un kimono negro que iba en degradez pasando por el burdeo hasta llegar a un rojo más vivo en la parte superior de la prenda. El rojo tan vivo como las llamas me recordaban al extenso cabello de Yoriichi.

Esperé a que la luna estuviese en su punto más alto, observé con cuidado sí había algún críado cerca de mi habitación y para mi suerte el lugar se encontraba despejado.

Salí de mi cuarto y caminé tranquila hasta el patio trasero de la residencia, en el camino divise algúna que otra persona, pero nadie le dio mayor importancia a mi presencia.
Apenas llegué pude divisar a la distancia los mechones rojos de Yoriichi.
Con una amplia sonrisa caminé hasta el gran árbol en dónde esperaba paciente por mi llegada.

—Lamento haberte hecho esperar—mi voz dejaba en claro el nerviosismo que me llenaba. Sí alguien pudiese sentir lo que pasaba en mi interior, diría que me estoy comportando como una quinciañera en su primera cita.

—No te preocupes por eso—sonrió—. Te ves muy bien con ese kimono.

Yoriichi volvió a decir las palabras precisas en el momento exacto.
Esos pequeños detalles cada vez me iban jugando mayores jugadas.

— Gracias Yoriichi—respondí sonrojada, con una mano aparté un mechón que se posó sobre mi rostro para pasarlo por detrás de mi oreja derecha.

— Te pedí que vinieras porque necesito hablar contigo de algo muy importante—hizo una pausa para observar detenidamente mis ojos—. Hay una razón muy importante por la que dejé éste lugar y por qué volveré a hacerlo.

Esa pequeña luz de esperanza volvió a desvanecerse cuando susurró -volveré a hacerlo- tan decidido y serio.

— Puedes confiar en mí—murmure un poco descepcionada.

— Desde que era un niño fui muy distinto a Michikatsu. Una habilidad en mis ojos me dejaba ver cosas que nadie más podía ver, al igual que lograba escuchar con mayor atención pequeños detalles que pasarían desapercibidos por una persona normal—hizo una pausa—, y también gracias a mi olfato he llegado a oler las emociones en las personas.

Hizo una especial pausa en esa última información, como sí tratara de aclararme alguna cosa que parecía saber sobre mí aún con más seguridad de lo que incluso yo podría saber.

— El punto central es que volví para despedirme de mi madre, pude sentir que su muerte ya estaba cerca—su rostro estaba serio, tanto que no dude en ninguna de sus palabras—. Y ahora, que ella ya ha partido no hay nada que me una a éste clan. Al menos eso pensaba, pero luego te conocí Kimi.

Esa pequeña luz de esperanza volvía a brillar con timidez en mi interior.

— Michikatsu desprende un aroma extraño, del cual no confío del todo. Por eso decidí quedarme. Esperaremos estos dos días para ver sí hay algo extraño en su actitud.

Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*Where stories live. Discover now