COULROFOBIA [JuNo fanfic]

C A P Í T U L O 28

Jun gruñó cuando sintió un peso inesperado sobre su pecho, la luz lo golpeó en los ojos y él no tuvo más remedio que despertarse. Entre el bostezo y el lento movimiento que ejerció para sentarse en la cama, pudo notar que no estaba solo: Chan era su acompañante esa mañana.

Le pesaban los párpados y le ardían los ojos: anoche no pudo dormir después de haber escuchado una confesión que simplemente no quería escuchar. No paró de pensar en ello, en tener que sostener sus sentimientos como si no pasara nada cuando era claro que existía un gran problema.

Su celular vibró desde la mesa de noche y lo tomó enseguida, teniendo en cuenta de que despertar a Chan no sería una buena idea.

—¿Hola?

—Jun, estoy afuera de la casa de Chan y no veo mi auto por ninguna parte —era WonWoo, sonaba molesto—. Estoy comenzando a alterarme porque si mi auto no está aquí afuera, quiere decir que Chan no está aquí tampoco... ¿Dónde están?

Otro detalle que quizá no lo dejó dormir fue el auto de WonWoo. Había sido muy claro la noche de ayer diciendo que cuidara a sus dos hijos, y como si eso no fuera el colmo, a uno lo tenía en su cama y al otro afuera en el patio.

—Jun, respóndeme ya, porque me está dando un colapso.

—Están aquí en mi casa: ambos están bien.

—Ya —suspiró—. ¿Y qué te pedí yo? Creí haber sido claro contigo anoche.

—Lo siento, Chan quería que lo trajera a mi casa y no pude negarme porque se complicarían las cosas.

—Al menos dime que no vomitó en mi auto.

—No, no lo hizo —negó, ya viendo al chico de tez blanca voltearse hacia el otro lado—. Apenas comencé a manejar se quedó dormido. No hay de qué preocuparse, me encargaré de llevarte tu auto.

Una idea de repente se le cruzó por la cabeza: WonWoo podía saber que Chan tenía coulrofobia. No tenía forma de confirmarlo, pero si llegaba a ser cierto, sería de mucha ayuda; eso era lo que más quería, ayudar a Chan.

—WonWoo... ¿Podemos vernos?

—¿Qué? ¿Ya me estás extrañando?

—No, quisiera hablar sobre algo contigo —no quiso que Chan escuchara, así que se levantó de la cama aprovechando que estaba completamente libre de los brazos del otro—. Es importante.

—Está bien, ¿quieres que vaya para tu casa?

—No, Chan no tiene que saber de esta conversación. ¿Podrías estar en KimKim en una hora?

—La casa de Chan queda un poco lejos, pero intentaré llegar a tiempo.

—Gracias, nos vemos.

Al colgar, pudo escuchar unos pasos afuera de la habitación y por consiguiente la puerta se abrió de manera lenta, haciéndola rechinar en el proceso. En ese entonces la piel de Jun tomó un tono más pálido de lo normal.

Era MingHao, quien se quedó mirando el cuerpo sobre la cama y luego a él en una esquina con el celular en la mano. Abrió la boca del asombro y de un momento a otro la severidad alcanzó su rostro mientras cruzaba sus brazos en todo el marco de la puerta: eso pintó problemas. Lo señaló en silencio y le indicó que saliera de la habitación, supuso que para no despertar a Chan.

Como un niño pequeño a punto de ser regañado por su mamá, agachó su cabeza y caminó hacia las afueras de su cuarto luego de cerrar la puerta y brindar algo de privacidad.