Cap 8

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El hijo británico se encontraba en territorio alemán, quería hacer una sesión de preguntas pero se negaba al preguntarse si mismo como reaccionaria el sospechoso

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El hijo británico se encontraba en territorio alemán, quería hacer una sesión de preguntas pero se negaba al preguntarse si mismo como reaccionaria el sospechoso.

El estadounidense era muy fanático del FBI llegando al un punto de querer imitarlo.

Cuándo USA llegó a territorio alemán, lo primero que hizo fue obviamente ir a apuradas al domicilio de Alemania.

Ya cuando el estadounidense se encontraba frete la puerta del alemán, hecho un viztaso a la parte exterior, era muy bonito, pero la casa tenía un aura triste y pesado. Como si fuese que su dueño hacía pecados o algo así... Se pensaba el habla inglesa.

Fuera de la casa habia una mesita(una caja alta, en realidad), encima tenía un mantel de lana, parecido a los que tejen las abuelitas, encima había una maseta con una flor muerta. ¿Se olvidaron de regalarla?

Dentro de la maseta y a un costado de la flor había una carta. Estaba bien sellada y parecía algo nueva, USA no lo dudo y guardo la carta en un bolsillo dentro de su chaqueta peluda, luego optó por tocar la puerta y mirar en la ventana que tenía a un costado de esta.

No recibió respuesta alguna después de 5 o 6 minutos. Solamente ladridos por parte de los caninos vecinos. Y algun que otro pájaro por esa mañana agradable y fresca.

Cuando el hijo mayor de habla inglés, negó irse, debía esperar más. '¿El alemán dormido?, imposible. Es imposible que despierte tan tarde o de por si que duerma más de 1 hora.' se decía a si mismo, esas preguntas fueron interrumpidas por pasos, pasos que se acabaron detrás suya, y se escuchaba una respiración agitada. El inglés noto una sombra detrás suya por el sol que había amancido glorioso esa mañana.

— Guten morgen, ¿Puedo saber que haces en mi hogar?— rompió esa incomodidad el Alemán, que tenía una gafas redondas de siempre y un traje peculiar, en realidad, parecía un traje militar con una bandera alemana en su hombro derecho e igual pero en el pecho (más detallado, en la zona del corazón).

El de gafas negras no tenía ninguna expresión, o eso parecía, por culpa de la iluminación que le llegaba del sol y esas gafas se le era complicado verle la cara.

—Good mortning little Nazi, i have questions for you. — respondiendo firmemente, no perdía su postura... Una postura que podía aterrorizar, pero no a ese europeo.

—Oh, ¿ahora?, acabo de llegar de una reunión especial. — el americano no pudo evitar ver de arriba a abajo su traje, no dijo nada al respecto, solamente gruñó en señal que tenían que hablar o uno moriría en la discusión que harían. — Está bien maldito narcista, pasa. La puerta estaba abierta. —

asxsino sxeltoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang