Alemania, el país con
un misterio enorme,
una familia hecha
para matar, bien entre-
nado. ¿En que usaria
esa ventaja?
Claro, en un ruso.
Alemania al igual
que este sovietico,
se pierden en los
ojos contrarios,
y los dos,
luchan con un...
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[...]
- Come algo por favor, ale.
Alemania negó con la cabeza acomodándose en la cama para empezar a leer un libro. Ya estaba mejor de sus heridas, ya podía levantarse. Pero no salía de su habitación, no desde aquella noticia.
Rusia suspiro, estaba harto de la actitud rebelde e infantil del europeo. También estaba adolorido por la noticia, pero ambos debían superarlo. Debían ser fuertes.
El soviético se sentó alado de alemán, dejando el plato con ensalada en la mesita de luz al igual que el vaso con jugo.
Acaricio aún estando firme, la mejilla del de gafas. Sus ojos estaban cristalinos, rojos, y con muy notables ojeras. De día esta llorando y entrando en crisis, pero de noche esta haciendo sus papeleos.
- Por favor... Com- Alemania cerró con furia el libro interrumpiendolo y mirando con una mueca al ruso, se encontraba enfadado
- ¡Dejame de dar órdenes!, soy INDEPENDIENTE. YO decido SÍ como ó NO. ¡SIEMPRE ME MOLESTAS, ES LO ÚNICO QUE SABES HACER!
Aquellas palabras que torturaron friamente al ruso, hizo que golpeara con fuerza la pared dejando una grieta. ¿Cuál era su problema?
- PERDÓN POR SER EL ÚNICO QUE SE PREOCUPA POR TI, MALDITO DEPRESIVO DE MIERDA.
Dicho eso, Rusia salió más enojado de lo normal, cerrando la puerta casi haciendola giratoria.
Alemania pensó lo que acababa de pasar, y era cierto. Su vista estaba nublada, finas gotas se hacían presente en las mejillas del europeo.
Perdió a sus mejores amigos.
¿Y ahora a su amor?
[...]
La noticia aun resonaba en la cabeza del ruso, o más bien, se encontraba leyendo la carta que lo afirmaba por la OMS.
Dejaba caer lágrimas en aquella nota, dónde se corría la tinta al tacto con el líquido salado. Dejó de lado la carta y se recostó en su cama. Rusia apoyo su cabeza en la almohada echando un último vistazo a su alrededor, y sacó una bolsita debajo de esta, tomando dos píldoras y rápidamente durmiendose.
No le importo dejar aquella bolsita en descubierto mientras caían píldoras exparsiendose alrededor de este. Pero había un inconveniente.
Alemania se asomó a la puerta, viéndolo dormir, por suerte estaba de espaldas para ver los medicamentos, se acercó para tomar en sus manos la carta, y salir de allí.
[...]
Alemania estaba hecho bolita quejándose de dolor y agonía. Aún con la fuerza que poseía su brazo disponible, undió más el aparato filoso y metálico dejando fluir un líquido carmesí.
Las gotas caían en el papel húmedo por lágrimas, lágrimas ajenas.
El alemán se torturaba son recuerdos, con palabras. Ya se daba por vencido.
[...]
- Alee, has visto mi pizz- ¡ALEMANIA Y JAPÓN!, ¡ESTÁN MUERTOS!
El italiano corría a los nombrados por todo el baño hasta la cocina, mientras que los otros trataban de sacar el resto de queso de su boca y parar las carcajadas.
Acabaron con la mejilla roja, ahora observaban el cielo estrellado perfecto juntos. El trío, reía y decía chistes pésimos unos a los otros.
- Italia, cuál es tú sueño? - pregunto la nipon rascando su oreja sin despegar la vista al cielo.
- Tener el puto culo perfecto de Alemania - el mencionado río a carcajadas. Mientras Japón se lo imaginaba casi teniendo un derrame nasal.
- Deja de ser tan maricon - sonrió recibiendo un insulto por el italiano - el mio es estar con ustedes toda la vida. - agregó
El de delantal junto a el colegial sonrieron y reían de la ternura por el sonrojo del germano, era muy tierno ciertas veces.
- kawaii, ¡ale-kun!, pero... No te he preguntado a ti asi que no me importa.
Alemania bufo, y asi renació el amor de Japón.
[...]
Por lo que parece quedo inconsciente, no podía oír bien y veía borroso, pero sentía algo vibrar. Levanto su cabeza asustado ignorando su brazo semi dañado y la sangre seca, miro su teléfono, era un mensaje por parte de la ONU. Una reunión global, pensó.
Ignoró el mensaje, era parte del grupo, y pensaba en salir pero las peleas le causan risa.
Se levantó del suelo, acomodando las cosas en su escritorio y con una toallita húmeda limpiar su brazo, ardían demasiado.
Al terminar, fue a su habitación para encerrarse, se cambio poniéndose ropa largas por si las dudas. Y comio lo que el ruso le dio en la noche, seguía fresco y no se molesto. Aunque había algo que sospechaba y era el silencio.
Recordó la discusión que tuvo con el asiático, levantándose de su cama y yendo a la habitación del otro. Tocó la puerta y espero un rato hasta escuchar pasos y una voz ronca y gruesa.
- Necesitamos hablar...
- No - Rusia abrió la puerta, dejando ver su ropa arrugada y ojos llorosos - tú necesitas pensar en lo que haces, y yo necesito un puto café.
Rusia salió de su habitación ignorando al alemán, dejándolo en frente de la puerta pensativo y al borde de otra crisis.
[...]
Odienme si quieren, pero necesitaba poner acción ya-
Por cierto, ustedes ven el "-" o "—"?
Porque a mi me aparece el guión cortito cuándo subo los caps :(, wattpad bipolar.
