Cap 13

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— Es tut mir leid Vater, es tut mir so leid

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— Es tut mir leid Vater, es tut mir so leid... Ich habe dich im Stich, ich habe die Familie versagt... Ich habe getan, was ich nicht hätte tun sollen. Er muss besser gewesen sein als du, und er hat sich in die Quere gekommen.

Cortando con un metal filoso partes de sus muñeca disponible seguido de sollozos y jadeos.

Dolor, pena y sufrimiento, era lo que sentía.

Había algo más en esos sentimientos.

Satisfacción, amor, ¿amor?
La debilidad de todo alemán.

[...]

Otra discusión se escuchaba en esa cabaña, de los únicos dos habitantes ahí. Más fácil, un ruso y un alemán.

— Остановить!, no hagas más esto!

— NO TE METAS EN MIS ASUNTOS, RUSSLAND. — jalando su agarré, empezaba a doler, además las cortadas eran recientes y ardían.

— Я забочусь о вас!, Не делайте этого... [me preocupo por ti!, no hagas esto...]

Rusia, que no portaba su ushanka y estaba en remera y boxers abrazo al menor. El contrario no respondió a tal acción, el sovietico sentía varios forcejeos para librarse.

— Y-yo... Russland, tengo una reunión. Me retrasas. — una vez suelto por aquella respuesta, prosiguió a terminar su vendaje. Las cortadas aun soltaban pequeñas gotas rojas que recorrían esa fina y delicada piel amarilla, se apresuró para no morir de algo como hemorragia (drama queen intinsified).

— ¡Es de madrugada!, ale... No salgas por favor. — acercándose nuevamente, sentándose a lado, ya que el otro se sentó en el primer sofa.  — quédate conmigo.

— ¿Por qué debería? — abrochando su camisa para luego empezar a colocar su corbata roja usual.

— Черт, просто сделай это-- Perdón, es que... — se acercó más para luego rodear la cintura del menor con sus brazos y atraerlo más a su anatomía.

El ruso quedó paralizado unos nanosegundos por como el pecho del alemán bajaba y subía rápidamente, y la respiración del otro era un tanto errónea.

— algo en mí quiere que te quedes... — beso la mejilla ajena.

— Solo dilo y me quedaré~ — luego de acomodar su vestuario, paso su mano por la pierna del ruso. Provocándole un tic.

— Qué clase de alemán eres tú. — suspiró, era obvio de los problemas que tenía el europeo, pero ya debía ser costumbre ¿no?, al ruso a veces le molestaba esos cambios de humores. — Te amo, A-Alemania... Quédate conmigo... P-por favor... —

Russische Mutter. Qué buen prisionero~ — se levantó y sentó en el regazo contrario empezando a acurrucarse en el pecho, Alemania sentía latir ese corazón frío, o frío lo sentia.

— ¿Prisionero?, me tratas como un rey literalmente. Hasta tuvimos sex-

Un dedo en los labios del ruso lo callaron.

— Shh, eso no se menciona en voz alta, Rusky. — acomodo sus gafas que empezaban a empañarse y abrazo por delante al otro, aun sin despegarse del pecho.

— ¿Piensas hablar de eso? — correspondió el abrazo, se sentía como cargar un bebé.

La única palabra intercambiada fue 'nm-mhg', señal que el alemán empezaba a dormirse.

El ruso observó cada detalle de ese rostro, sacó las gafas redondas de aquel ende dormido para evitar daños o roptura en ellos.

Suspiro otra vez, beso la frente del menor y unos segundos después también quedó dormido.

La madrugada era fresca y los grillos acompañados de una madre naturaleza rondaba por toda la calle. Sonidos placenteros.

El alemán se la pasaba cansado, Rusia igual. Ambos por cosas distintas y misteriosas.

Alemania es un completo experto en mentir o ocultar cosas.

Y Rusia un completo bastardo con el buen poder de creer todo o ser engañado fácilmente.

'Pobres,

Ingenuos,

Insectos... '

[...]

¿como   les trata
el virus   en su país?

asxsino sxeltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora