No te enamores de Nika © [LIBRO 1]

05_La cena

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✨Editado✨

Capítulo 5

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Mamá decía que mi primera reacción era la negación. Estaba en lo cierto.

De pequeña creía que, por psiquiatra, poseía poderes que nadie conocía, como leer mentes o predecir el futuro. A los diecisiete años entendía que era imposible y, a veces, resultaba inevitable cuestionármelo.

Mi problema con aquella cena era el farsante de Nika y él me ignoraba desde el lunes. Lo único que debía preocuparme era que la mansión decidiera colapsar mientras cenábamos.

Bajé para encontrar a Emma nerviosa con las piernas colgando de la silla del comedor y su mejor vestido floreado. Mamá le daba los toques finales a su famoso pastel de chocolate.

Júpiter nos librará de que lanzara un pollo a la plancha, sin embargo, la repostería era su fuerte.

—¿Un vestido? —dijo mirándome de arriba a abajo.

Había escogido uno negro de tirantes y ligero que me llegaba por encima de la rodilla con un cinturón.

—En un par de meses no podré usarlo por el frío —mentí llegando hasta la isla de la cocina.

—Tú. Con vestido. Para aprovechar el calor.

La ironía en su voz fue evidente.

—No he lavado mi ropa en más de un mes —confesé—. Me quedan dos vestidos y ropa de cuando tenía la edad de Emma.

—Eso no es problema. Mañana te despierto a las seis de la mañana, haces la colada y limpieza de armario.

—¡A las seis!

—Si las horas convencionales no te alcanzan, hay que levantarse más temprano —se burló cubriendo el pastel.

—Si me alcanzan, solo lo dejé para última hora —refunfuñé observando a papá entrar con una camisa blanca y pantalón de vestir.

—Como siempre, dejando todo para última hora —dijo mamá—. La próxima vez que quieras mentir trata una justificación mejor que el fin del verano. No te pega nada.

—Lo intentaré.

—Pero no te saldrá —bromeó entregándole el pastel a papá para salir a la dichosa cena.

Mi madre no paraba de hablar y Emma saltaba de piedra en piedra tirando de mi mano. El camino entre la maleza conducía hacía la entrada principal de la mansión y a una escalerilla de cinco pasos que terminaba en una hermosa puerta de hierro.