42_No más fiestas

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Capítulo 42

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Capítulo 42

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Sábado en la noche.

Mi teléfono marcaba las once y estaba sentada en la sala de estar de Paul en un pequeño círculo que me recordaba a los que hacíamos cuando jugábamos a la botella, tenía siete años en ese entonces.

Era vergonzoso entender que, siendo mayores de edad, estábamos jugando a otro juego nada decoroso.

—Yo nunca le he mentido a mis padres —dijo Paul risueño alzando su vaso.

Todos bebimos al unísono sin decir nada.

Paul, al ser el anfitrión, se había encargado de solo proponer juegos que nos hicieran beber. Entre él y Arthur, su mejor amigo del equipo de fútbol, habían logrado que el alcohol me golpeara. Por primera vez en mi vida estaba mareada.

Fue el turno de Rosie. Miró de reojo a Victoria que estaba más borracha que el resto y le observaba consciente de que algo malo vendría para ella.

—Yo nunca he mentido sobre mis sentimientos por alguien —dijo bebiendo ella misma y haciendo que todo el círculo bebiera.

Victoria rodó los ojos mientras lo hacía.

—Creí que eran ellos los que hacían que todos bebieran —se quejó Sophie a mi lado señalando a Paul y Arthur.

—No tengo la culpa de que seamos mentirosos —se burló Rosie haciendo que las risas tontas llenaran el pequeño círculo.

Sophie no dijo nada más, últimamente estaba muy callada, más cuando Dax estaba cerca. En ese instante el moreno se sentaba entre Aksel y Nika, participaba de la reunión con las mismas ganas que ella.

No habían hablado de lo sucedido en San Valentín, no se dirigían la palabra en absoluto. Coexistían incómodos y nada más. La vergüenza no se los permitía y yo seguía en medio intentando no hablar más de lo debido.

Sophie, la pobre, intentaba superar su ruptura. No podía presionarla a que intentara hablar con Dax para reconciliarse, ya era suficiente con Julien que se encargaba de llamarla constantemente y no darle un minuto de paz. Habían sido dos semanas muy desagradables.

—Mi turno —habló Victoria llamando la atención al juego y con la lengua algo enredada—. Yo nunca he hecho un trío.

Sentí que me atragantaba con mi propia saliva.

Acto seguido bebió y Rosie bufó antes de imitarla. Paul bebió y todo se volvió aún más extraño cuando Dax también lo hizo y Sophie a mi lado se tensó sin alzar la vista.

No te enamores de Nika © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora