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Jeonghan abrió sus ojos como platos ante las palabras del whenua, encendiéndose de inmediato porque en si ya había empezado el mes de apareamiento, pero en la noche era más difícil controlarse porque entrega una intimidad única y la luz de la luna aviva sus deseos más salvajes.


Apretó con fuerza a Joshua contra él, tensándose para contenerse, pues le había dicho desde esta noche en adelante, así que aún no - ¿E-Estas seguro? Puede que te haga daño y no quiero que me odies, tu no – Murmuro preocupado, mordiéndose su labio para no atacar la clavícula del menor que estaba tan cerca de su rostro.


El humano sonrió levemente, empezando a peinar los cabellos del príncipe – Estoy seguro. Eres mi amigo y quiero ayudarte – Dijo con cariño, aunque por dentro estaba algo nervioso ya que no sabía exactamente que iba a pasar.


Pues...


Resulto ser algo muy intenso y agresivo.


Luego de que Jeonghan se fue durante todo el día haciendo distintas cosas, volvió justo ya entrada la noche mientras estaba ordenando su armario, así que fue tomado desprevenido por el cuerpo que se presionó contra el suyo.


- ¿H-Hannie? – Intento mirar por sobre su hombro al príncipe, pero este lo sujeto por el cuello de forma que mirara para el frente, a la vez que con el otro brazo lo sujetaba por la cadera para llevarlo a la cama y lo tiraba de forma que quedaba Joshua boca abajo. Intento girarse, pero una mano en su espalda casi en su nuca, se lo impedía.


- No quiero que me mires, Shua – Pidió en un tono ronco, antes de arrancar las ropas del whenua con brusquedad, provocando que este tensara sus músculos con anticipación, sintiendo pronto el cuerpo contrario presionar el suyo ambos medio desnudos – He estado todo el día pensando en que me darías permiso y y-yo... si te arrepientes ahora, lo siento, no podre controlarme – Joshua ahogo un jadeo contra la cama cuando una dura erección se presionó contra su trasero y la boca del aqua empezó a jugar contra sus hombros y espalda.


Quejidos de dolor intentaba callar por como esas manos lo sujetaban con fuerza de la cadera y luego empezaron a tantear todo su cuerpo. Cuando ese peso dejo de hundirlo en la cama pensó por un momento que sería liberado, pero hizo un agudo sonido cuando empezó a ser lamido y mordido en los muslos – H-Han, solo te pido que me dilates, p-por favor – Rogo algo avergonzado y nervioso, porque en ese tiempo trabajando en el barrio donde viven los que pertenecen a la familia real, se había encontrado con otros esclavos encargados de calmar la libido sexual de sus dueños y estos le explicaron cómo funcionaba entre hombres, muriendo de ternura porque el príncipe no quisiera usarlo, pero sabiendo que en algún momento ocurriría tanto por curiosidad o no poder controlarse más.


De repente fue girado en la cama y pudo ver la mirada intensa del mayor ubicado sobre él, quien se inclinó a darle un beso en donde sintió un montón de sensaciones que estallaron en su interior, sorprendiéndose de lo agresivo que podía ser a pesar de cuan suaves y dulces se veían los pequeños labios de Jeonghan. Cuando se separó dejándole al fin respirar, el de pelo largo le miro salvajemente, pero destellando sus ojos con culpa – Lo siento, lo siento tanto, por favor no pienses que es tu obligación el tener que... - Se calló de golpe cuando Joshua rodeo su erección con una de sus grandes y cálidas manos.

Marcas del mar (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora