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La boda que planearon entre ellos y los reyes consistía en que la ceremonia seria siguiendo tradiciones de los aqua en alguna isla del caribe, un evento privado y pequeño porque si bien sería bueno para ambas especies que supieran de ese amor entre dos hombres uno aqua y otro whenua, era mejor guardar silencio y compartirlo más adelante cuando ya no hubiera algún tipo de roce, debido a que aún faltaba completar algunas cosas del tratado de paz realizado. Como Joshua solo tenía una idea general de en qué consistía ese tipo de ceremonia, los aqua le explicaron detalladamente dejándolo más fascinado con la idea.


Jeonghan estaba rebosante de felicidad al hablar de eso, pero curioso miro a su ahora prometido - ¿En dónde viviremos? – El castaño pestañeo varias veces pensativo.


- ¿Qué te parece en Francia, mi angelito? – Dijo juguetonamente interesándole esa opción, pero aún era una idea abierta.


El rey Yoon todo el tiempo estuvo atento a como interactuaban, aliviándose de notar tanto amor entre ellos, empezando ya en el fondo a considerar hijo suyo al joven Hong teniendo el instinto de querer protegerlo y hacerlo sentir bien recibido, como su instinto aqua pedía – Tomara tiempo preparar todo, así que, ¿Quieres quedarte un tiempo? Hay habitaciones de so... -


- Obviamente se quedara conmigo, porque es mi prometido – Interrumpió Jeonghan antes de que su padre decidiera mandar a Joshua a otro lado. El adulto frunció el ceño por cómo fue interrumpido, rindiéndose a las palabras de su hijo. Joshua turnaba divertido sus ojos entre sus suegros y pareja, para luego ponerse de pie y educadamente hacer una reverencia.


- Ya que finalizamos el tema por el que les quería hablar, no quiero quitarles más tiempo – Dijo con formalidad mientras se colocaba la mochila que traía – Ahora si nos disculpan, espero Jeonghan me ayude a acomodarme aquí para los días en que me quede. Muchas gracias por la hospitalidad – El de ojos color esmeralda asintió, encontrando divertida y adorable esa actitud del menor.


- Es lo menos que podíamos hacer por el futuro esposo de nuestro hijo – Dijo sonriente la mujer, poniéndose de pie para acercarse a darle un abrazo al whenua que fue tomado desprevenido por ese cariñoso acto y que no dudo en corresponder – Vayan a disfrutar de su tiempo a solas antes de que llegue la hora de almuerzo donde les obligaremos a comer con nosotros – Dijo esto último en un susurro luciendo una traviesa sonrisa, para luego volver junto a su marido que también se colocó de pie y se despidió con solo un grave sonido acompañado de una reverencia.


Jeonghan se despidió de sus padres y luego llevo al menor posando su mano en la espalda baja de este, en donde en silencio avanzaron hasta la habitación que ambos conocían bastante bien. Al cerrar la puerta tras ellos, el control que mantenían se acabó y de inmediato empezaron a besarse con necesidad en unos lentos besos profundos, empujando su lengua en la boca contraria mientras en torpes pasos avanzaban hasta la cama, tirando Joshua su mochila por el suelo para que no estorbara.


Cuando cayeron en la suave superficie con el menor abajo, empezaron a quitarse la ropa y tocar con deseo el cuerpo contrario que tanto anhelaban sentir, en donde Joshua beso cerca el vientre de Jeonghan, a lo que este algo alterado recuerda un detalle que se le olvido comentar a Joshua, además de que este nunca pregunto o se mostró curioso al respecto, así que lo detuvo por las muñecas para que no le interrumpiera mientras hablaba.

Marcas del mar (JIHAN)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant