«ocho»

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MONTSE


Luego de haber discutido con Ash terminé por quedarme a Cocinar con ella, en silencio corta las verduras mientras yo pongo la carne a tostar en el sartén. Era como mi forma de darle algo de apoyo.

Odio pelear con ella, e intento ponerme en su lugar, pero se me hace difícil, quizá porque NO ESTOY EN SUS ZAPATOS.

Y eso me enoja.

¡Hasta enojarme me enoja!

No sé si decirle que estoy esperando otro bebé, si le digo se pondrá feliz, pero no me gustaría a mi que me digan que serán padres mientras yo pierdo recién al padre de mi hija.

Soy muy sensible en ese sentido.

Y lo que menos quiero es que se sienta algo fuera de lugar.

Últimamente siento como si mi humor fuera el peor del mundo. Pero eso no quita el hecho de lo sensible.

Cuando estuve embarazada de Triel e Isha siempre mis hormonas estaban alborotadas y era muy sumisa a lo que decían, a menos que me hicieran enfadar.

Pero ahora, con el bebé que viene en camino siento que no soporto ni a una mosca volar sin enfadarme, mis hormonas están calmadas, y solo quiero dormir.

Astrid camina detrás mío y abre su refrigerador, busca algo dentro y cuando saca una fuente llena de salchicha junto con el jugo de Naranja, camina hasta dejar todo en la mesa.

Todo está bien hasta que siento el olor a salchicha, siento todo mi desayuno revolverse en mi estómago y corro al baño cuando una arcada sale de mi garganta.

¡Que olor más asqueroso!

Apenas llegó al baño devuelvo todo lo que he comido, siento unas manos sujetar mi cabello mientras dejo que todo se vaya al retrete.

Cuando termino de botar todo Ash me acaricia la espalda y suelta mi cabello, sus ojos me miran curioso.

Le sonrío y me levanto para apretar el botón del retrete y que todo se vaya por la cañería.

—¿Algo que quieras contarme? —me pregunta mientras me enjuago la boca.

Evitó su mirada mientras niego con la cabeza.

—Está bien, llama a Chris y a mis sobrinos, que vengan a almorzar aquí. —asiento mientras sale del baño y yo escupo el enjuague y me lavo la cara.

Me miro al espejo y veo el mismo brillo que tenía en los anteriores embarazos, el mismo brillo que tenía Ash en sus ojos cuando estaba esperando a Ezrha.

Y sonrío. Sonrío porque a pesar de todo quiero este bebé, quiero que mi familia siga creciendo, quiero volver a tener la sensación de tener a mi futuro bebé en los brazos y sentir como su corazón y el mío forman uno solo. Aunque sería mi tercer pedazo de corazón en otro.

Es la mejor sensación del mundo el tener por primera vez en tus brazos a una vida que crece dentro tuyo, por los nueve meses tienes curiosidad de saber cómo será, si se estará formando bien, si nacerá sano o no.

Pero verlo, vale toda la pena.

Salgo del baño y saco mi celular para mandar un mensaje a Chris y decirle que venga a comer con mis hijos a casa de Ash.

Todavía siento el olor a salchicha cuando entro a la cocina.

—A ti te gusta comerlas con Fideo y queso ¿Que pasa? —pregunta mientras corta una y la pone al sartén junto a la carne ya algo quemada.

Overtime +18 Joel Pimentel - Christopher VélezWhere stories live. Discover now