🐱🐱🐱🐱

733 80 10
                                    

Bienvenido.

Ya era tarde.

Perdió la noción del tiempo cuando, después de la escuela, fue a refugiarse a un parque cercano al departamento para entrenar. Sin embargo, él reconocía que ya iba siendo hora de volver a casa, y así lo hizo, recogió a Spriggan del centro de la arena BeyBlade y dió media vuelta a sus pasos rememorando el camino de regreso.

En el transcurso de aquellos días dónde la disputa entre ambos, que básicamente se debía a su culpa, había empezado con las intenciones de ignorar se mutuamente, los chicos los miraban con rostros que no expresaban emociones más allá de la curiosidad y cierta incomodidad.

Wakiya se había atrevido a cuestionar acerca de ello pero recibía respuestas tan cortantes de ambos que se dió por vencido al segundo intento.

Valt y el mismo se estaban comportando como unos críos, y podían hacer como si el otro no existiera por el tiempo que quisieran. Únicamente cruzaban palabras y miradas para conversaciones triviales o superficiales, por ejemplo; al despertar, cuando él hacia el desayuno, acostumbrado a la presencia ajena o de camino a la escuela y hasta ahí.

Al final de clases, cada quien tomaba un rumbo muy diferente al del otro, evitando verse en todo momento. Mientras Valt hacía una carrera para llegar lo más rápido posible al departamento y ver a Shu; él se quedaba en el colegio realizando distintos favores a los profesores y pidiendo un tiempo después de la limpieza de aulas para permanecer dentro de la institución, en la azotea, entrenando.

Simplemente había tomado la decisión de que estar en casa después de eso le agobiaba, en primera porque no iba a decir el motivo de su recién comportamiento que ponía a Valt rojo de irá; en segunda, no podían aparentar y hablar como si nada fingiendo que no pasaba nada entre ambos, porque estarían mintiendo. Esa a su parecer había Sido la forma más razonable de evitar una nueva pelea que está vez los llevará a el alejamiento completo. Por ahora solo se ignoraban, pero ¿Que pasaría si se cansaban y está vez de verdad hacían como si no existieran? Simplemente era tedioso y prefería no pensar en eso.

Por su parte, el gato, quien también estaba incluído en aquel clima pesado y gélido, había estado escapándose unos días cuando veía la oportunidad, es decir, la ventana que Shu dejaba abierta todas las mañanas para ventilar la casa y también para ver si, a lo mejor, él se terminaba escapando. Buscaba un lugar tranquilo dónde pasar el rato y dormir, que casi siempre era la azotea del edificio. Hasta que se hacía tarde o escuchaba y veía a Valt salir a buscarlo.

Estaba intrigado sobre la extraña y a la vez estúpida pelea en la que estaban comprometidos ambos, principalmente porque no veía la hora en la que dejarán de ser tan payasos. Ni siquiera entendía el motivo, es más, simplemente a sus ojos eran unos críos que no habían madurado lo suficiente.

Y ya estaba arto.

Al menos, Valt había prometido hablar sobre eso cuando a el albino se le diera por aparecer; pero ya eran más de las diez y el aún no cruzaba la puerta con esa mueca tan característica suya desde que se empezó a obligar a sus entrenamientos.

"¿Dónde está...?" Se pregunto mirando de reojo el reloj y después el rostro de un Valt adormecido que abrazaba su cuerpo sobre el sofá, vencido por el sueño.

Suspiro y un poco decepcionado se dispuso a dormir también mientras lo esperaban.

Ya era tarde. 11:21 y el, muy a pesar de la hora, salía a penas de una tienda al servicio 24 horas.

Sus manos sostenían dos bolsas con comestibles dentro que había logrado comprar con el dinero que su madre le había dejado hace unos días.

No camino demasiado, puesto que al doblar una esquina, el complejo de apartamentos lo saludaba a la lejanía, imponentes.

¡ᴍᴇᴏᴡ! [Shu/Valt]Where stories live. Discover now