¡ᴍᴇᴏᴡ! [Shu/Valt]

Cosas de gatos..

Alianza con el enemigo.

Está bien, soportaba eso. Soportaba que cada noche el mugre animal estuviera rasguñando sus pies y por si fuera poco cuando se cansaba iba y cernía su cuerpo en medio de ambos para separarlos. Soportaba que cada mañana tuviera sus uñas enterradas sobre su cabeza, soportaba que en el desayuno estubiera siempre con Valt, sobre la mesa. Soportaba también que se recostara en todos los muebles a placer y hasta ese momento había soportado la selección natural que estaba impartiendo en su casa, está bien que no lo quiera a él, pero ¡No era para tanto!

Pero lo que no soportará es que quebrara algo más allá de su corazón. Si estamos hablando del jarrón.

Esa tarde, después de que el gato se bajará del mueble y el limpiará los trozos de cerámica que estaban regados por el piso, se sentó muy paciente al lado de la bestia en el sofá y soltó un gran suspiro antes de hablar.

—te puedo tolerar muchas cosas—dijo y se dirigió al gato con tono acusador—, y hasta este momento lo hice; pero ya basta...

El gato se mantenía sereno, moviendo su cola de un lado a otro mientras lo escuchaba. No era mentira, todo eso lo hacía por una razón muy simple: era porque Shu realmente no le agradaba, estar agradecido con alguien y llevarse bien con alguien son dos cosas distintas, pero ese chico desde que llegó le había mostrado una personalidad tan fría que echo todo a perder. Y bueno para que mentir, era un gato algo mañoso y sentido.

—hay que hacer algo... No podemos estar así para siempre, si no esto no va a funcionar—Shu hablo con el tono más comprensivo que pudo lograr en ese momento. El gato rodó los ojos y se levantó para acostarse está vez más cerca del chico y ver que proponía para llevarse mejor.

—esto ya no es por ti ni por mi, si lo hacemos así esto no va dar resultados—y tenía razón, si fuera por ambos, más allá de Shu, si fuera por el gato, hubiera mandado al caño todo lo que intentaban construir. Porque así era el.

—entonces propongo una alianza mientras permanezcan aquí—con esto último se refirió tanto al gato como a Valt. No era mentira, dos o tres días que llevaban justos y él y el gato no lograban relacionarse aún, esto a Valt le molestaba un poco ya que Shu constantemente tenía una actitud cortante y frívola, como si la presencia de ambos le molestará.

—mientras estés aquí...—continuo—vas a obedecer ciertas normas; número uno,  deja de romper mis cosas, número dos, deja de rasguñarme que yo no te he echo nada, número tres, deja de acercarte tanto a Valt...—ambos quedaron en silencio, obviamente el gato no lo iba a cumplir y también era muy estúpido sentir celos de un animal—, olvídalo...

—¿Tenemos un trato, entonces?—pregunto Shu tratando de poner una mano sobre la cabeza del minino. Este último se lo pensó varias veces antes de alzar su cabeza y hacer un choque en la palma del albino.

Y entonces sonó la puerta.

—¡ADIVINEN QUIEN VOLVIO!—exclamo el menor abriendo antes de que alguno se levantara y se abalanzó contra su amigo.

Shu tenía aún al gato en sus brazos así que el pobre animal fue brutalmente aplastado.

—¿Que es esto?—pregunto cuando por fin se separó del abrazo y al verlos a ambos soltó unas cuantas risas infantiles —¡Algo me dice que los dos se están convirtiendo en buenos amigos~!

La alianza con el enemigo trajo consigo muchos beneficios.

Al mismo tiempo que los problemas empezaban a llover.