🌊Giyu Tomioka🌊

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Advertencia ⚠️
¡Spoiler!

Aquellas personas importantes para él siempre dejaban su lado, Tsutako, su adorable y amable hermana mayor que se sacrificó para salvarlo el día antes de su boda, Sabito, su mejor amigo con el que compartió sus mejores momentos pero dio su vida por salvarlo a él y a otros más... Shinobu Kocho, a pesar de lo irritante que podía ser esa mujer, la veía como su amiga y colega, a pesar de que siempre le refregaba en la cara que era "odiado por todos" el sabía que en parte era cierto, pero también sabía que Kocho no lo odiaba, y se volvieron muy buenos amigos. Esos hermanos, que le demostraron que inclusive en un mundo tan podrido de demonios podía haber alguien que hiciera la diferencia, Tanjiro Kamado quien se volvió su amigo, el mismo fue testigo del enorme crecimiento de ese chico quien una vez bajo la cabeza ante el, dispuesto a humillarse por el bien de su hermana y ahora... tenía el poder para proteger a quienes amaba, para que así su orgullo no fuera arrebatado por nadie. Y aún... estaba solo... en ese campo de batalla, junto a los kakushis llorando la muerte de ese chico pelirrojo en compañía de Nezuko que ya era una humana.

Ese había sido el precio de la victoria...

La muerte de buenas personas y de gran corazón, en otra vida quería estar con todos ellos, en un mundo donde los demonios no existieran, era lo justo, lucharon hasta el final por crear ese futuro. Sin embargo ahora... no podía sumergirse en las penas, derramó sus últimas lágrimas en memoria de su amigo, abrazó su cuerpo y tomó la mano de su hermana Nezuko.

—Cuidaré de ti.

—¿Eh?

—Tu hermano quería que vivieras, en estos dos años... se esforzó más que nadie para volverte humana, sino vives tu vida. Todo lo que él hizo habrá sido en vano —la joven Kamado lloró pero en medio de esas lágrimas se formó una leve sonrisa, Tomioka le devolvió el gesto y se levantó para comenzar a caminar.

—¿A donde va Tomioka-sama? —le grito uno de los kakushi, todavía no trataban sus heridas

—Debo volver a casa, hay alguien esperándome...

Pero la insistencia de los kakushis, el que Nezuko y los demás estuvieran insistiéndole en que se dejara tratar termino por perder el conocimiento. Una vez que despertó se levantó enseguida de la cama, sabía bien donde se encontraba sabía que estaba en la hacienda mariposa, observó las múltiples vendas que habían por todo su cuerpo, volviendo a la realidad se dispuso a salir del cuarto...

—Wow, wow —lo tomaron del yukata deteniendo sus pasos —¿A donde crees que vas bastardo? —era Sanemi, se veía en mejores condiciones que el, dejando de lado que tenía más cicatrices que la última vez —Acabas de despertar pero te vez de la mierda... vete a la cama.

—Tengo que ir...

—¿Hah? ¿Estás loco? Llevas más de una semana sin recuperar el conocimiento, debes de estar agotado —no entendía porque aquel violento sujeto le trataba tan "normal", Sanemi por otro lado al ver la mirada desesperada de Tomioka suspiro —Sígueme.

Sanemi abrió la puerta saliendo de la habitación en compañía de Tomioka, ambos caminaban por los pasillos en calma, pero la desesperación se apoderaba cada vez más de aquel hombre, el pilar del viento se detuvo frente a una puerta en específico, dentro de esa habitación podían oírse varias risas y exclamaciones.

—Voy a entrar —Shinazugawa abrió la puerta mostrando a todas las chicas de la finca, acompañados por Tengen, Nezuko, Zenitsu, Inosuke y el hermano menor de Rengoku.

<<One-shots🌙🌸>> Kimetsu no Yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora