Inconforme [Hiatus]

PECADOS l

Mini-historia Wangxian (1/3)
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Lan WangJi, joven de 22 años puro y sereno. Se encontraba impartiendo sus clases en la iglesia llamada recesos de la nube, aquella iglesia perteneciente a la famosa familia Lan.

El atendía la sección de niños pequeños, entre ellos estaba su pequeño hijo adoptivo Lan Yuan. Lan WangJi nunca tuvo una novia, mucho menos una esposa pero sus padres le habían dicho que estar solo le haría daño y no sería bueno para él. La mejor opción que se le ocurrió fue adoptar.

Wen Yuan fue al pequeño que le presentaron en su primer visita al orfanato. Tan solo unos minutos de convivencia con el pequeño y cuando el menor me regaló una sonrisa, lo supo, ese sería su hijo.

La adopción fue rápida, pues Lan WangJi tuvo todo lo que demostraba ser un buen padre para A-Yuan. Cuando por fin el pequeño se volvió su hijo su apellido cambio a Lan, Lan Yuan. Su nombre de cortesía se lo puso Lan WangJi dos semanas después de que vivieran juntos y es que, en sus primeras noches el pequeño A-Yuan solía tener pesadillas, entre éstas llamaba a tres personas, su mamá, su papá y a su hermano Xian.

Lan WangJi estaba preocupado, tal vez el pequeño tenía un hermano. Indagó en el orfanato pero lo único que le dijeron es que el pequeño fue el único sobreviviente de un incendio en el edificio en el que vivía y que nadie había reclamado por el, en ese entonces A-Yuan tenía 4 años de edad, fue una suerte que el sobreviviera. Ahora ya tenía 5 años y sus pesadillas solo volvían una vez al mes en el día en que había Sido el incendio. Es por eso que lo nombro Sizhui.
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Este año A-Yuan cumpliría 6 años de edad y Lan WangJi quería darle un regalo especial a su pequeño. Se encontraban en la tienda de mascotas buscando a un buen compañero para el menor.

Lan WangJi —A-Yuan ¿hay algún animalito que te guste?

Lan Yuan miro por todas partes pero no había nada que de verdad llamará su atención hasta que se topo con un cartel que tenía uno de los estantes del local. —Papá, quiero uno de esos—

Lan WangJi se acercó a dónde el pequeño le señalaba, el cartel tenía una ilustración de dos consejos, Lan WangJi le sonrió a su hijo y asintió. Se dirigió con el dueño de la tienda y pregunto —¿Tiene algún conejo en venta?—

El dueño le sonrió y se rascó la cabeza —Lo siento señor Lan pero es muy inusual que alguien venga a comprar un conejo. Si quiere uno tendría que pedirlo con anticipación para tenerlo listo—

Lan WangJi miró a A-Yuan —Esta bien papá, si no hay, A-Yuan lo entiende. Ya podemos irnos—

En realidad, A-Yuan nunca le pedía nada, está era la primera vez, por eso Lan WangJi no quiso desilucionar al pequeño —¿Cuánto tiempo tardaría en traer al conejo?—

—No suelo tardar más de una semana, puede dejarme su número y si lo tengo antes le llamaré—

El cumpleaños de A-Yuan sería dentro de dos 8 días así que el tiempo era perfecto —Mnn, encargaremos un conejo— y así salieron de la tienda. A-Yuan llevaba una cajita para cuando el vendedor les llamé tengan dónde poner al conejo.
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La tienda no estaba muy lejos de su casa pero cuando estaban a cuatro cuadras un policía les detuvo el paso por qué la calle estaba cerrada. O no Lan WangJi lo había olvidado, ese mismo día se llevaba a cabo la famosa marcha al orgullo LGBT.

No es que tuviera algo encontrá de las personas que marchaban pero su manera de expresarse le incómodaba un poco. Era muy común ver a hombre y mujeres vertir poca ropa durante la marcha, no quería exponer a su hijo ante esas escenas por lo que tomarían el camino largo —Vamos A-Yuan— Lan WangJi se dió la vuelta pero no notó que su pequeñito no iba atrás de él.