The boy in my dreams [EN EDICIÓN]

Capitulo uno [editado]

Narrado Tessa:

Aunque lo había intentado bajo un montón de métodos de persuasión distintos, ninguno de aquellos métodos había tenido el efecto que yo quería y esperaba. Era una idea descabellada, y ella lo sabía. Estaba demente, quería asesinarla y darle sus restos al perro del vecino pero nuevamente, ella también sabía eso.

Sin embargo, Rose no cambiaba de idea. Iríamos a esa fiesta, me gustara o no.

—¡Buenas tardes, señora Hemsworth! —Estaba enfadada lo cual me dio un motivo más para virar los ojos cuando la vi entrar en mi casa como si fuera la suya—. ¿Cómo está?

—Deja de llamarme señora, Rose. —Mamá le sonrió de manera cariñosa antes de mirarme a mi—. ¿Hay algo que yo deba saber?

A eso era a lo que me refería, ella parecía saberlo todo con solo mandar una mirada en mi dirección y yo no lo atribuía solo a su instinto maternal. Siempre había pensado que mi madre tenía una mirada que destilaba conocimiento aunque tenía el presentimiento de que era por su capacidad de soñadora.

¿Sería por eso que me miraba como si conociera cada misterio del universo que aún no era revelado para mi?

—Rose y yo iremos a una fiesta esta noche. —No quise regaños e intenté a toda costa evitar el tema de Michael Hart siendo el anfitrión—. Volveré antes de las tres de la madrugada, no debes preocuparte por eso.

La vi dejar el paño seco que tenía en sus manos sobre el respaldo de un sofá negro antes de convertir sus labios en una fina línea desaprobatoria.

—¿Podemos hablar a solas? —preguntó lanzando una corta pero cargada mirada significativa a Rose.

Por suerte o desgracia, mi mejor amiga captó rápido el mensaje, algo irónico cuando yo le había mandado miles de mensajes sobre mi incomodidad respecto a esa fiesta y ella había evadido todos, y cada uno de ellos.

—Te espero en tu habitación. —Rose tendió la mano en dirección a mi bolso y no dudé en dárselo. Segundos después, ella estaba fuera de la escena.

—¿De quién es esa fiesta, Tessa Hemsworth? —Ella jamás se había puesto de manera interrogativa conmigo por lo que reaccioné confundida—. Estoy haciendo una pregunta, señorita.

<<Señorita>> La palabra se repitió en mi mente recordándome a Michael Hart en la cafetería.

—Un compañero de clase —respondí queriendo ser sincera, al final, él sí era un compañero de clases—. No lo conoces, no nos hemos hablado demasiado desde que nos conocemos.

¿Desde que grado estaba conmigo Michael Hart y por qué jamás me lo había preguntado?

—¿Estarán los padres del chico en la casa? —No comprendía a que iba tanta pregunta cuando jamás se ponía así—. Tessa.

¿Alguna vez había escuchado siquiera que Michael Hart tuviera familia? Quise retroceder en el montón de rumores que había escuchado de él pero en ese momento ninguno certero fue a mi mente.

—No lo sé, mamá. —Apartó su mirada y resopló—. ¿Qué es lo que pasa? Es solo una fiesta, como cualquier otra.

—No, no es como cualquier otra. —La vi girar la sortija de su dedo con impaciencia antes que sus ojos claros, cargados de vulnerabilidad, se chocaran con los míos—. Antes de las dos te quiero aquí.

Ladee la cabeza, ¿cómo diablos sacaría a Rose antes de las dos de la mañana de aquella fiesta? ¿Por qué mi madre me exigía un horario que jamás había impuesto?

—No, no puedo sacar a Rose tan rápido de una fiesta —respondí y di un paso al frente para poder bajar mis voz un par de tonos—. Ella se meterá en problemas si la dejo sola, no lo haré.