The boy in my dreams [EN EDICIÓN]

Capitulo catorce [EDITADO]

Narrado por Tessa:

"¿Qué diablos le acabo de decir?" me cuestioné mientras salía de la secundaria intentando que mis pasos no resonaran en los pasillos vacíos. Le había pedido exclusividad a Kyle Stevenson.

Había dicho en voz alta que estaba dispuesta a soportar cualquier riesgo con tal de tenerlo a mi lado y estaba practicamente segura que ya había escuchado esas palabras saliendo de la boca de un montón de chicas más. Había sido algo estúpido para decir, y aún más estúpido cuando afirmó con tanta confianza que él no podía darme eso.

Kyle Stevenson sólo podía darme problemas, y una follada. Ambas cosas me tenían preocupada.

Empujé la puerta que daba al estacionamiento sintiendo el material caliente bajo mis dedos y lamentando la existencia del sol pero no pude lamentar demasiado cuando escuché que Michael corría por el pasillo gritando mi nombre.

Dejé que la puerta se cerrara detrás de mi sin pensarlo dos veces. Si estaba enojada con Kyle definitivamente estaba enojada también con Michael. Era un hombre independiente y uno de los mejores haciendo fiestas si a eso nos referíamos, no le encontraba el sentido a pedir ayuda a una chica como Kalsey porque era inútil.

Si alguien quería llevarse a esa chica a la cama no necesitaba pedirle ayuda en algo más como pretexto, un mensaje de texto o siquiera una llamada de dos segundos hubiera sido suficiente.

—¡Tessa! ¡Espera! —Por poco puse los ojos en blanco, pero las malas costumbres de Rose no resultaban tan contagiosas—. Demonios. ¿Podrías dejar de correr? Si te persigo mientras fumo esta porquería puedo quedarme sin pulmones.

—Deberías pensarlo antes de fumar, ¿sabes? Eso no es bueno para la salud de nadie. —No había detenido mi andar pero me vi obligada a hacerlo cuando Michael se plantó frente a mi reduciendo la distancia—. Michael, por favor, tan solo quiero ir a casa.

—Necesito que vayas a la fiesta de esta noche. —La sutileza no iba de su parte y la mía tampoco, lo dejé en claro cuando apreté los labios juntos negándome a responder. Lo vi lanzar el cigarrillo sin mirar donde y cruzarse de brazos—. Gracias a mi insistencia conociste a Kyle, me lo debes.

—¿Disculpa? —pregunté desconcertada, la sorpresa de sus palabras casi me hace caer de culo—. Primero que nada, no sé si conocer a Kyle Stevenson es una desgracia o una bendición. Y en segundo lugar, definitivamente no fue gracias a ti, sino a Rose siendo una insistente de mierda.

—¿Y quién colocó la idea en su cerebro?

—No voy a discutir esto, Michael. Conozco a Rose desde pequeña y esa chica lleva el amor por la fiesta en los genes. —Inconscientemente rodee mi muñeca tatuada con mi mano sintiendo que algo estaba ejerciendo presión sobre mi piel. Tal vez la novedad de ver a Michael como si el contorno de su cuerpo fuera pintado con acuarelas, o la manera en que lo preocupaba una fiesta como si no hiciera una todos los viernes—. Escucha, quiero ir a casa.

—Puedo llevarte y en el camino me dejas darte las más de diez razones que tengo para querer que vayas esta noche.

—Ya tengo quien me lleve y gracias, pero no quiero ir con nadie que se junte con ese imbécil...

—Plan b. —Cuando creí que lo había visto todo en el universo, Michael Hart se hincó sobre una de sus rodillas—. Tessa Hemsworth, necesito que esta noche vayas a mi fiesta, por favor.

—¿Pero qué es lo que está mal contigo? —Miré a mi alrededor agradeciendo que nadie más que Matt estuviera en el estacionamiento y sin demorar apoyé una mano en el hombro de Michael—. Colócate de pie, anda.