Once.

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Luzu estaba en la cafetería donde siempre trabajaba. Normalmente estaba acostumbrado a recibir mensajes cariñosos de Auron, donde le decía cosas como: “Hey, hermoso. Brilla hoy como siempre haces” o “¡Bombón! Tal vez vaya hoy a la cafetería para ver tu linda cara y que me alegres el día con tan solo verte”.

Pero ni un mensaje. Como había pasado desde que Raúl se fue a ese viaje.

- Luzu, café negro a la mesa tres. — le exclamó Alex.

- ¿No estaba Mangel atendiendo a esa mesa?

- Mangel tiene otro problemita. — el chico carcajeó, señalando.

Luzu observó como Mangel miraba a un chico se cabellos rizados con la ceja encarnada. El chico más alto tenía una sonrisa coqueta y unas reales ganas de sacarle un sonrojo a Miguel.

Borja rió. — Está bien. Dejemos ver si ese chico logra tener al menos el centro de atemcióm de nuestro Mangel al menos dos segundos más.

El chico de cabellos castaños y gorro no estaba muy feliz aquel día, de hecho, se sentía cabreado. Y ni siquiera sabía porqué.

Encontró a un chico de cabellos claros, con ojos muy claros y un gorro verde. El chico lo miró con aburrimiento.

- Por fin, mi café. Gracias.

Luzu gruñó. ¿Acaso no podían ser más amables los clientes? Él hacía todo lo posible.

- Ser amable no cuesta nada, ¿sabes?

- Mh ya. Pero este café sí, y llevo despierto desde las seis de la madrugada trabajando y necesito algo que me mantenga despierto. — dijo — Y este café ha tardado demasiado.

Luzu rodó los ojos. — Pues vale. Que disfrutes.

Aquel chico le había llamado la atención. No parecía esperar a nadie, y estaba totalmente absorvido en su trabajo.

Borja trató de imaginar su nombre. ¿Luis? ¿Félix?

Miró a Mangel. El menor trataba de alejar a aquel chico de cabellos rulosos de él, sin conseguir éxito.

Suspiró. Echaba de menos a Auron.

Sin darse cuenta, volvió a mirar al chico del cuál deaconocía su nombre.

- ¡Hey! — llamó el desconocido.

- ¿Qué?

- ¿Me traes otro café?

Luzu asintió, desganado. Preparó otro café y en cuento estuvo listo lo llevó hacia la mesa tres.

- Ten. — murmuró.

No pudo evitar fijarse en la servilleta. Frunció el ceño, observandola mejor.

- ¿Que has hecho con las servilletas? — habló, cogiendolas y examinandolas. Tenían garabatos pintados.

- Mh, dibujar en ellas. ¿Acaso está prohibido?

- ¡Pero las has pintado todas?

- Es mi mesa, mis normas.

Luzu gruñó. Soltó un bufido, se cruzó de brazos.

El chico de cabellos blancos sonrió de lado, levemente. Le había causado gracia el hecho de ver al menor enfadandose.

- A ver su adivino. Eres el típico chico que rompe las reglas por guay, ¿me equivoco?

- Mh, no vas mal desencaminado.

- ¿Y eso es guay?

- ¿A tí te lo parece? — le sonrió, gracioso.

Borja puso los ojos en blanco, gruñó.

- Eres insoportable.

- Gracias, lo sé.

Luzu abrió la boca para contestar con furia, pero se calló y aguantó las ganas.

Él era una persona de puros nervios, que no se podía quedar quieta. Mientras que ese chico parecía ser muy calmado y tra quilo.

Y eso hacía que a Borja le hirviese la sangre.

- ¡Se acabó! Que disfrute de su café.

- Gracias, lo haré. — sonrió divertido, alzando la taza — De hecho, me ha gustado tanto que vendré todos los días a tomar una.

Luzu quiso chillarle: << ¿¡Quieres cerrar el pico de una puta vez!? >>

Pero recordó algo. Y ese algo era: << Los clientes siempre tienen la razón y deben de tratarse con respeto >>

Y por primera vez, Luzu sintió que rezarle al Dios de los Santos Homicidios al que rezaba Mangel, no era tan mala idea desoués de todo.

Porque estaba seguro que ese chico volvería, y sería la última vez que tendría trabajo. Porque estaba al cien por cien seguro de que le entraría un ataque de nervios mezclado con rabia y allí mismo lo mataría. Después lo encarcelarían y no saldría hasta mínimo trece años después.

- Por cierto. — exclamó.

- ¿Qué quieres? ¿Necesitas algo? — sonrió forzado. Sentía como Alex lo observaba, y él era el jefe.

- Me llamo Willy. ¿Como te llamas tú?

- No pienso decirtelo.

Oyó como alguien iba hacia él. ¡Hey, Borja! Gracias por curbrirme en el trabajo, tío. — le sonrió Mangel.

Willy sonrió, esa sonrisa divertida que empezaba a ser constante en su rostro. — Nos vemos entonces, Borja.






















Woow, lo siento.
Tengo ataques horribles.
Este cap lo hice hace unas horas, pero ni de coña lo quería subir.

Well, aquí va este nuevo shipp. Quedé sorprendida al ver que había mazo de gente que le gustaba ese shipp.

pERO.
El Luzuplay gana 😔👊

P. D: ¿Como os ha ido? ¿Nice? A mí nice 😔👊. Quedé 6 veces 1° en Apex Legends 🗿👌

Wey, literal. estoy enganchada a ese puto juego. como que me saca de mis ataques de ira jsjs.
Me lío a pegar tiros y pum, soy la Parca 😔👌.

no seais malos como Rubius y comentad 🌚✌

P. D. 2: i know it. Mis problemas son raros, im sorry.

Hey, Auron...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora