Perdóname 《K I M T A E H Y U N G》

05.

A partir de aquel día, en el que vio por primera vez a Taehyung, algo dentro de Alice cambio.

Apenas despertaba sabía que existía una gran posibilidad de verlo ese día y al siguiente y al siguiente, pues era el socio de su padre y pasaban gran tiempo en la oficina de James casi todos los días. Eso le fascinaba.

Alice gastaba más tiempo en arreglarse y se ponía ropa muy llamativa. Quería llamar la atención de Taehyung a todo lugar y el proceso le divertía.

Un día lunes, Alice había despertado muy temprano en la mañana, lo cual para ella había sido todo un desafío, no olvidemos que la joven salía prácticamente todas las noches de fiesta y se acostaba recien en la madrugada.

Ella leía su libro de historia recostada en el gran sofá de su living, le gustaba mucho leer y debía hacer algo para entretenerse hasta la hora que llegara Tae.

Sonó el timbre y su corazón dio un salto. Saco un espejo que guardaba entre los cojines y reviso su rostro, se peinó con ambas manos y volvió a ocultar el espejo.

—¿Que haces despierta? Son las 7 de la mañana—exclamó James al ver a su hija. Sus ojos abiertos a más no poder, era imposible ver a Alice despierta tan temprano.

—Primero te quejas que duermo hasta tarde y ahora te quejas de que me despierto temprano?—respondió Alice orgullosa, pero por dentro moria de sueño.

Su padre encogió sus hombros y se dirigió a la puerta.

—Tae pasa—dijo James.

—James, buenos días— Taehyung entró a la casa y dejó su saco colgado en el perchero al lado de la puerta.

Se veía con energía, tan perfecto y sin si quiera esforzarse.

Alice apartó la vista un momento de su libro y miró a Tae.

—Hola, Alice—dijo Taehyung al cruzar miradas con ella, sin embargo lo hizo sin mostrar expresión alguna.

—Hola—respondió ella e inmediatamente volvio a su libro.

Ella quería mostrar desinteres y al parecer lo había logrado.

James y Taehyung entraron a la oficina y cerraron la puerta. Alice se incorporó dejando el libro a un lado y soltó un gran suspiro de chica enamorada mientras llevaba sus manos al pecho.

Era la primera vez que Tae la llamaba por su nombre.

Alice regresó a su habitación y apenas se acostó en la cama, quedo profundamente dormida. Estaba muy cansada y había cumplido con su cometido... ver a Taehyung.

Esos dos estarían metidos en la oficina todo el día, así que solo le quedaba esperar a que terminara su jornada laboral.

•••

—¿Y Taehyung?—preguntó Alice.

—Ya se fue—respondio James mientras terminaba de arreglar todo el papeleo que había sobre su escritorio.

Alice abandonó la oficina de su padre muy triste, había dormido de más y no pudo ver a Taehyung antes de que se fuera.

Al día siguiente no logró levantarse temprano, pero ideó un pequeño plan para verlo.

—Papá, hay una araña en mi cuarto—dijo Alice segundos después de irrumpir en la oficina de su padre.

James y Taehyung quitaron la vista de sus laptops y miraron a Alice.

—¿Y?—preguntó James con el ceño fruncido. Estaban ocupados y una araña no era motivo para atrasarlos.

—Matala—ordeno Alice.

Su padre hizo un gesto de disgusto y se levanto de su escritorio mientras pisoteaba con fuerza para mostrar su incomodidad. Dejó a Alice y a Tae solos y se dirigió a la habitación de su hija.

Ella se cruzó de brazos, esperando a que su padre regresara, o eso es lo que quería que Taehyung pensara. Por dentro solo esperaba que este le hable.

—¿Es grande? ¿La araña?—preguntó Tae.

—Si—respondio ella.

Taehyung volvio a su laptop y empezó a escribir quien sabe que.

Alice miraba su cabello y su rostro, le gustaba mucho su físico.

—Ya la maté, ahora no vuelvas a molestar—renegó su padre al llegar nuevamente a la oficina.

Alice regresó a su habitacion y empezó a reir. Lo poco que había hablado con Tae la había hecho feliz.

Se la había pasado casi media hora buscando una araña en su patio y otra media hora capturandola para meterla en su cuarto. Si su padre subia y no encontraba tal bicho, se iba a molestar y eso no estaba en el plan.

Todo esfuerzo había valido la pena.

...

Y así transcurrio la semana, Alice veía a Tae todos los días y a pesar de intercambiar solo unas pocas palabras, eso bastaba para ella.

El domingo, día en que Taehyung descansaba del trabajo, Alice estuvo muy ansiosa, no había tenido su dosis diaria de Tae y eso la ponía triste.

Se dio cuenta en ese momento que este chico era especial para ella, no estaba segura el por qué, pero haría lo posible para conocerlo más.