CAPÍTULO VI

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Wei Ying lo percibe, el aroma a alfa que se acercaba a su casa. No era el aroma de ninguno de los alfas que conocía del pueblo.

-Vayan a su cuarto y no salgan hasta que yo les diga.- Dijo Wei Ying tratando de sonar tranquilo.

-Pero mamá... -Jingyi trató de protestar, pero Wei Ying lo miró dándole a entender que sin peros.

Los dos pequeños alfas fueron a su habitación. Wei Ying fue a la cocina y guardo un cuchillo en su negro pantalón.

No demoraron mucho en sonar los golpes en la puerta, Wei Ying abrió .

Un gran alfa con una marca bermellón en su frente estaba en su puerta.

-Buenas, que necesita.- Dijo Wei Ying mirando fijamente al alfa.

-Venimos del reino de Gusu. Requerimos la presencia de todos los omegas del pueblo.- Contestó Jin Zixuan, analizando al omega de pies a cabeza.

En verdad era un espécimen exótico el pelinegro, aunque a él le gustaban ... más pequeñas.

-¿Cuál seria el motivo?.- Wei Ying logró ver atras del alfa a dos personas más. Al parecer betas; un joven de vestimenta negra, parecía amable, y miraba de forma gentil al otro beta, que lo saludó con una leve reverencia y cuyo rostro era fino y elegante, su cabello sujetado en una media coleta, con una vestimenta blanca como las nubes .

A Wei Ying, sus vestimentas le resultaban familiar de algún lado.

-No hagas tantas preguntas y solo acompañanos. -Gruño Jin Zixuan.

Wei Ying fruncio el ceño.

-Y si no me da la gana de acompañarlo, pavo real.- Dijo con una sonrisa un tanto burlona.

-Entonces será a las malas. -Dijo Jin Zixuan antes de estirar la mano para tratar de sujetar al omega, pero éste fue más rapido y cerró la puerta de golpe en su cara.

Wei Ying sabía que eso no detendría a un alfa por mucho tiempo, pero al menos lo retrasaria un poco . Pudo escuchar una sarta de maldiciones por parte del alfa. Al parecer le había dado en la nariz con la puerta.

Wei Ying se sorprendió por la velocidad con que la puerta cayó a sus pies, dejando ver a un muy, muy enojado alfa.

-¡Ya verás!.- dijo Jin Zixuan, antes de arremeter contra Wei Ying.

El pelinegro saco el cuchillo pero su mano fue detenida por el alfa. Wei Ying se mordio el interior de la mejilla para no demostrar el dolor que le producía el fuerte agarre del alfa.
No le daría el gusto. Aunque no pudo evitar soltar el cuchillo.

Pataleo y dio varios golpes en la cara del alfa, pero este era demasiado fuerte y lo sometió, dejando al omega con la cara contra el piso y una rodilla en su espalda, la cual hacía una fuerte presión para que no se moviera, aún así no dejaba de retorcerse tratando de liberarse. Pero algo lo hizo detenerse y palidecer.

-¡¡Mami!!.- escuchó la voz de sus cachorros y con horror vio como los pequeños se lanzaban encima del alfa que lo sometía.

-¡¡ Jingyi!!, ¡¡Sizhui!!. -Gritó. No quería que dañaran a sus cachorros.

Escuchó al alfa quejarse, pero aún así el alfa no le soltaba. Por el rabillo del ojo podía ver a sus hijos morder y arañar al pavo real, pero este no hacía nada.

-¡Song Lan!,¡Xiao Xingcheng!, quiten a estos niños.- Dijo por fin Jin Zixuan. Podía ser cualquier cosa pero nunca lastimaria a uno pequeños cachorros, por muy desesperantes que fueran.

Los dos betas tomaron a los cachorros, ganandose también unos cuantos golpes.

-Calmense. -La voz de alfa de Jin Zixuan, resono en toda la casa. Era la mejor forma para que nadie más saliera herido. Por su nariz un hilo de sangre desciende, por el golpe que le había dado el omega con la puerta.

-Dios deberían pagarme más.- Jin Zixuan, miró a los niños que se habian quedado quietos, pero que lo miraban como si en cualquier momento le fueran a saltar a la yugular.

Además esos extraños ojos si que llamaban la atención.

-¿Estas bien Jin Zixuan?.- preguntó Song Lan.

-Si, no hay problema. Xiao Xingcheng pasame una cuerda. - Pidió el alfa. El beta asintió y dejó al cachorro con Song Lan.- Vamos a hacer esto. - Miró al omega que lo observaba desde el piso. - Vas a venir con nosotros, te ataré solo por que en verdad eres algo agresivo, pero nada malo pasará.

-No te creo.- gruño el omega. - Además no dejaré a mis hijos.

-Ellos vendrán. - Wei Ying miro a todos los que estaban en la habitación. Con sus hijos ahí no había mucho que pudiera hacer. Buscaría después la forma de escapar.

Wei Ying dejo que Jin Zixuan lo atara y después lo montara a un caballo. Sus hijos iban con los dos betas, aún afectados por la voz del alfa.

Wei Ying gruño.

-Siento haber utilizado la voz. - Jin Zixuan habló. A el en verdad no le gustaba utilizarla. - Pero era lo mejor o se lastimarian y nadie quiere eso.

Wei Ying se sorprendió por lo dicho por el alfa, pero igual no dijo nada en el resto del camino.

Llegaron al pueblo y Wei Ying pudo ver que en verdad habían reunido a todos los omegas, y además había más gente extraña. Buscó con la mirada a Jiang Cheng y Yanli, los cuales al verlo se acercaron.

Jin Zixuan, bajó a Wei Ying del caballo y los betas a los cachorros.

-¡Pero que demonios!, ¡¿por que lo traen atado?!. -Gritó Jiang Cheng. Una risa tímida los interrumpió.

-Pero mira como te dejaron JinZixuan. - Mian Mian, se acercó. El alfa tenía la nariz amoratada y varios rasguños.

-Que esperabas es un omega con cachorros. Costó mucho que se quedara quieto. - Dijo el alfa después de soltar al pelinegro. Los pequeños corrieron al lado de su madre.

Mian Mian miró al omega de larga cabellera, el cual se había concentrado en revisar a sus hijos en busca de algún daño. Se notaba el carácter que éste tenía . Sería divertido ver quién seria el alfa que lograra domar tremenda fiera.

Su atención se desvió a los dos pequeños; Gemelos al parecer, pero lo que le llamó aún más la atención, fueron los ojos de los pequeños.

Uno con un ojo dorado y el otro ojo café como su madre, y el otro tenía la misma tonalidad dorada como su hermano pero el otro ojo era de un negro brillante.

-Curioso.- murmuro Mian Mian .

Jiang Cheng le contó a Wei Ying lo que estaba pasando. El pelinegro iba a protestar, pero fue Yanli quien lo detuvo.

-Nos llevarán queramos o no.- Dijo la bella omega. - Piensa en tus cachorros.

-Podemos distraerlos para que huyan.- Comento Jiang Cheng.

-La mayoría son alfas.- dijo Yanli.- Estamos en clara desventaja.

Wei Ying pensó lo dicho por su amiga, miro al alfa que había ido a su casa con disgusto.

Podían pelear, pero no podían competir con la voz de alfa. Habían dicho que serían llevados al reino de Gusu.

Tendría que idear un plan en el camino.

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