CAPÍTULO XVII

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Wei Ying masculló todas las maldiciones que conocía. Había perdido a Jiang Cheng y apesar de todos los aromas, podía sentir tan claramente el de ese par de alfas. Ya la gente lo miraba raro. Sus piernas ya comenzaban a doler. No sabía ya cuanto tiempo llevaba caminando. Necesitaba descansar.

Miró hacia la entrada donde estaban un par de guardias, custodiando para que ningún omega saliera del salón.

-Eres bastante llamativo caminando por todo el salón sin parar. -Wei Ying escuchó una voz tras de él.

Se giró y se encontró con un hombre bastante mayor, de cabellera blanca. Arrugas marcaban su rostro, su mirada severa y su aroma potente a alfa.

-Debería ser como los otros omegas que esperan a que un alfa los elija.

Wei Ying fruncio el ceño. Abrió la boca para contestarle a ese estúpido alfa, pero otra voz lo interrumpió.

-Y usted debería estar durmiendo señor, a su edad no es bueno que se desvele. - Al pelinegro se le erizó la piel y un escalofrío recorrió su espalda.

-O reunido con los demás ancianos tomando té. -Wei Ying cerró los ojos, negandose a mirar a los recién unidos a la conversación.

-Capitanes. Siempre tan... maleducados. -Dijo el hombre mirando a los dos alfas que estaban posicionados atras del omega. -¿Ya encontraron pareja?.

-Eso no es de su incumbencia. -Dijo Lan Wangji.

El hombre miraba a los alfas y después sus ojos se posaron en Wei Ying.

-Esperon que escojan algo...decente. -Dijo para girar y retirarse.

-Maldito imbécil. -Gruño Wei Ying.

Antes de poder hacer o decir algo más, fue jalado por uno de los gemelos.

Lan Zhan lo llevó al centro del salón, donde varias parejas bailaban. Lo sujetó de la cintura y lo pegó a su cuerpo.

-Suelteme. -Gruño Wei Ying forcejeando.

-Tenemos que hablar. -Dijo Lan Zhan, manteniendo firme su agarre en la cintura del omega. Lan Wangji miraba a unos cuantos pasos de donde estaban ellos.

-No tengo nada que hablar con ustedes. -Wei Ying no se rendía, hasta que el suave olor a sándalo lo envolvió.

-Hnm, claro que tenemos mucho que hablar, omega escurridizo. -Dijo Lan Zhan, comenzando a moverse al sentir el cuerpo del omega más relajado.

-Eso es trampa. -Dijo el pelinegro.

-No es algo que solemos hacer, pero ya que esta tan renuente a escucharnos.

-Ustedes me violaron, que esperaban. -Dijo Wei Ying dejándose llevar por el alfa y el ritmo de la música.

-Estabamos en celo al igual que tú. -Dijo Lan Zhan sintiendo un dolor alojarse en su pecho. -Además tu escapastes. No nos diste tiempo de hacernos responsables.

-¿De que se iban a hacer responsables?. -Fingió demencia

-De ti y de nuestros hijos. -Dijo con su característico rostro inexpresivo.

-¿Como saben que son suyos y no de alguno de mis amantes?. -Se aventuró a decir desafiante el omega.

Un leve gruñido escapó de la garganta de Lan Zhan. La sangre le hervia, no por pensar que los cachorros no eran suyos, ellos estaban más que seguros, pero al imaginarse a alguien más tocando la piel nivea del omega le hacía rabiar.

Wei Ying se tragó las ganas de retractarse. Lan Zhan hizo que Wei Ying diera una vuelta. El pelinegro sintió como otra mano se deslizaba por su cuerpo, mientras Lan Zhan lo soltaba. Cuando la vuelta terminó, miro a los ojos negros del alfa.

Era Lan Wangji.

-Tu aroma no está contaminado. -Dijo el alfa. Wei Ying fruncio el ceño y lo miró con duda.

Lan Wangji sonrió de medio lado y Wei Ying sintió por un momento que sus piernas temblaron.

-Tengo un mejor olfato que mi hermano. -El gemelo acercó más el cuerpo del omega y deslizó su nariz por la mejilla de este. -Y tu olor es tan puro como aquella noche. Solo el leve aroma de los cachorros.

Wei Ying sintió un cosquilleo que comenzaba justo en la zona donde el alfa lo había rozado.

-¿Co...como sabe de lo que estabamos hablando?. -Logró preguntar el pelinegro. Lan Wangji se encogió de hombros restando importancia.

-Aprendimos a leer los labios. -El gemelo de ojos negros lo llevaba con gracia y elegancia a través de la pista.

Wei Ying pudo ver a Lan Zhan no muy lejos y éste los miraba fijamente. Se tenso al encontrar a Wen Qing, que estaba al lado de un pelinegro de tierno rostro, y lo miraba con el ceño fruncido. El le sonrió de vuelta, lo ultimo que quería era que se formara una guerra entre alfas. Hace unos días se había enterado de que Wen Qing y los alfas eran cercanos.

-¿Y ahora qué?, ¿piensan llevarme como su puta para los dos?.

-Cuida esa boca, omega sinvergüenza. -Gruño Lan Wangji. -Eres nuestro omega, de eso no tengas dudas. Así que comenzaremos el proceso para cortejarte.

Wei Ying volteó a mirar al alfa, con la sorpresa dibujada en su rostro.

-¿Es broma verdad?. -Preguntó incrédulo.

-¿Me ves cara de bromista?.

-No, más bien de alfa aburrido. -Sonrió triunfal al ver que el alfa guardó silencio. -Soy un omega y ustedes son dos. No hay forma que permitan eso. Además...los rechazare.

-A mi hermano y a mi no nos molesta compartir. -Escuchó una voz atrás de el y sintió una mano que se posaba al otro lado de su cintura.

Estaba en medio de los dos alfas. Se removió y se dió cuenta que ya no estaban en medio de la pista, si no detrás de una gran columna que se encontraba en una de las esquinas del salón. Parecía que era un lugar aparte, ya que nadie estaba ahí, como si lo hubieran dejado solo a propósito.

-Y en el fondo a ti no te molesta que seamos dos. - Lan Zhan, Sopló su tibio aliento en la oreja de Wei Ying, el cual se mordió el labio.

-Y si nos rechazas, Wei Ying. -Lan Wangji dió un rápido beso en el cuello del omega. -Insistiremos, hasta que seas nuestro.

Se estaban controlando 《aunque no lo pareciera》, tantas noches soñando con ese cuerpo y ese aroma, en verdad los tiene jodidos.

Wei Ying no pudo evitar jadear.

-Eres nuestro omega.

-Somos tus alfas, los padres de tus hijos. -Secundo Lan Zhan.

-Que no se te olvide. Dijo Lan Wangji.

Los alfas se alejaron del omega. Wei Ying se sostuvo de la columna. Sus piernas fallaban.

-¡Wei Ying!. -Jiang Cheng había llegado con el pelinegro. -Rayos, perdón. Yo..

-No importa. Dijo Wei Ying, tratando de calmarse. -La verdad, sabía que esto pasaría tarde o temprano.

-¿Estás bien?. ¿No te hicieron nada?. -Preguntó Jiang Cheng ayudandole a sostenerse. Wei Ying negó. -¿Que te dijeron?.

-Que me van a cortejar...Los dos.

-¿Es broma? . -Wei Ying no pudo evitar soltar una leve risa por escuchar la misma pregunta que el hizo. Nuevamente negó.

-Diablos...mejor vamonos. Mian Mian me dijo que ya podiamos ir a descansar. Yanli ya se fue por los niños.

MI CAMINOWhere stories live. Discover now