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Babette

Acaricie la almohada con mi mejilla y sonreí, estaba tan relajada, hasta que...

—¡LU DESPERTA!— gritó Daniel en mi oído y le pegué un manotazo en el ojo— ¡AIA BOLUDA MI OJO!

—Ay, Dani perdón— pedí y se tiró al suelo mientras se ponía la palma de su mano en el ojo— Dani sácate la mano

—Déjame— dijo mientras se apartaba de mí y rodé los ojos, siguió tapándose el ojo y después de un rato sacó su mano y parpadeo varias veces

—¿Estas bien?— pregunte intentando ver su ojo pero no me dejó— dale enano no seas chillon

—Me duele, boluda— se quejó cuando intenté tocarlo

—Y bueno eso te ganas por despertarme así, igual perdón, tengo la mano algo pesada— dije levantándome del suelo y me volví a acostar

—Ya te desperté, así que salí a desayunar, hoy tenemos una visita— dijo mirándome con un ojo y por dentro me reí, se veía re tierno

—¿Quien?

—No me lo vas a creer— dijo acostándose encima mío y solté un quejido— ¿recordas a Juana?

—Ah si— dije sin mirarlo—¿ella viene?

—¡Siii!— dijo emocionado y alce las cejas soltando un suspiro— así que vestite, desayuna y después vendrá

—¡Yei!— solté sarcásticamente— ahí voy

—Dale— me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación de Gonzalo para dejarme sola

¿La de Gonzalo?, me senté rápido en la cama y mire la habitación, si estaba en la de Gonzalo, y caí en cuenta de anoche. Igual no había dormido mal, su cama era grande y cómoda, me encantaba, y era espaciosa, la habitación era toda blanca con algunos tonos de grises, tenía pocos muebles pero se veía bastante bien, me levanté de la cama para acomodarme un poco el pelo y mojarme la cara, después de eso busque ropa en mi valija y me cambié de ropa, me lave los dientes y ahora si salí, Gonzalo y Daniel estaban desayunando, me senté a lado de Daniel y les di los buenos días a los dos.

—Para deja te traigo— dijo Gonzalo levantándose de la mesa yendo a la cocina

—Eh, Lu— me llamó Daniel y lo mire con la cabeza recargada en la palma de mi mano— anoche, pasó algo

—¿Que? ¿Que hice con Gonzalo?— pregunté rápido en un susurro y el negó con la cabeza

—No no boluda, nada de eso— dijo calmándome y solté aire— anoche antes de que entrarás a la habitación, estaba... bueno, casi le digo

—¿Decirle que?

—Quien eras— abrí los ojos en grande y antes de poder putearlo puso ambas manos enfrente— para para, es que me dijo que le dijiste sobre el pibe que supuestamente te molestaba en el colegio, me preguntó y no se, no pude mentir, me conoce bien y sabe qué onda cuando me pongo nervioso

—Escúchame...

—Che, Lu, ¿queres jugo?— preguntó desde la cocina Gonzalo interrumpiéndome y rodé los ojos

—Sip— respondí alto y volví mi vista a Daniel— por nada del mundo podes decirle ¿estamos?, me importa una poronga si te conoce bien, vos por nada del mundo le vas a decir ¿quedo claro?

—Si, ya entendí, seré una tumba— dijo pasándose los dedos por la boca como si fuera un cierre y asentí con la cabeza

Después de un rato salió Gonzalo de la cocina con mi desayuno, le di las gracias y por fin pudimos desayunar tranquilos, hablamos de temas sin importancia, y sobre todo tocar el tema de que yo cantaba, no sabía por qué Gonzalo tenía tanta necesidad en escucharme, tenía que darle totalmente igual, por que yo no llegaría a grabar con el, no ahora, esperaba que estos dos meses pasaran rápido, para por fin irme y no tener que verle más la cara a Gonzalo, me enfermaba tener a una persona que me hizo la vida imposible desde pequeña, y sobre todo que tenga que fingir ser otra persona, nada de esto tenía sentido.

arte - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora