Mean Phiravich solo quiere vengarse del Plan adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Plan...
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No se despidieron ni mencionaron mayores palabras que un "nos vemos más tarde", seguido de un beso en la frente del menor, Mean no era muy expresivo pero por dentro la preocupación lo inundaba. Abrocho el cinturón de seguridad del chico antes de cerrar la puerta del auto haciéndole una señal con la mano a Perth para que emprendiera el camino hasta la agencia junto a Plan como copiloto.
---Vamos también tenemos que ponernos en marcha---Zee paso a su lado dándole una palmada suave en la espalda antes de meterse en su propio auto, el abogado no evitó ver como el vehículo donde su esposo iba, se alejaba cada vez más y más, hasta volverse casi imperceptible a la vista.
Hubiera querido que las cosas fueran distintas, pero no había podido hacer nada al respecto, después de todo su amigo tenía razón, era más peligroso para Plan seguirlos de cerca porque de esa manera Trump se daría cuenta del engaño.
Al subir no dijeron ninguna palabra solo avanzaron por la ciudad lentamente, viendo como dejaban atrás los distintos edificios uno a uno. Mean mordía sus uñas nervioso, apenas había comenzado el día sin embargo su nivel de estrés ya estaba demasiado alto amenazando con provocarle un dolor de cabeza.
---Todo saldrá como lo esperamos, según Jumpol, Trump ha estado dando vueltas en un auto por la agencia.
---Eso lo veremos.
---Mean deja de ser tan pesimista, vas a atraer la mala suerte---Se quejó Zee, había tenido ganas de soltarlo desde tiempo atrás, pero ver el evidente estado del abogado lo estaba empezando a poner mal también, y lo que menos necesitaban era dejarse llevar por las emociones.
---En primer lugar no me digas que hacer y en segundo no creo que en esas ridiculeces de mala suerte.---Dijo de manera poco entendíble por la exasperación, Zee pudo verlo pasar sus dedos entre los mechones de cabello castaño, lo conocía tan bien que una sonrisa se coló por sus labios.
---Si alguien viera al inquebrantable, inexpresivo y calculador Mean Phiravich como estas ahora, diría sin duda que estas a punto de tener un para cardíaco.
---Estoy bien, no se de que hablas.
---Habló de todo lo que estás haciendo, de lo inquieto que estás---Señaló con la mirada a la pierna del copiloto, la cual estaba siendo movida rítmicamente. Éste de inmediato se detuvo al ver la cara de su amigo, frunciendo su propio ceño ante la sonrisa del contrario.
---Si no te conociera, diría que estás demasiado preocupado por Plan.
---Solamente estoy preocupado de que alguien salga herido de nuevo por culpa mía.---Expresó con una mueca, cruzando sus brazos.
---Sabes un día te darás cuenta que Plan es especial, que sin importar lo desgraciado que has sido, él se mantiene a tu lado y lo único que espero es que cuando eso pase no sea tarde.
