Freckles • CHANGLIX FIC AU•

43.

Gracias por esperarme todo este tiempo, les abrazo.

—¿Yuta viviendo con nosotros?— preguntó con miedo a la respuesta.

No, no no no... esto no podía estar pasando.  Felix sabía que Changbin tarde o temprano encontraría a alguien con quién quisiera pasar más tiempo que solo un fin de semana, pero, no pensó que fuera a pasar tan rápido.

Felix imaginaba que Changbin esperaría por él, hasta que acabaran la carrera y decidieran que no había otra persona que lo completara más que Felix. El chico de pecas no había dejado de ser ingenuo.

—Sí— su respuesta fue corta, se sentó al lado de Felix. Lo miraba con la cabeza ladeada como si fuera un pequeño perrito.

—Creo que es buena idea, nosotros pagaríamos más renta que tú y así tendrías que preocuparte menos por el dinero. Yuta es muy ordenado, además ama cocinar.

¿Yuta cocinando? ¿Yuta en las mañanas en bóxers cocinando pancakes mientras Changbin lo agarra de la cintura dándole besos en el cuello? ¿Yuta en la cama de Changbin?.  Yuta con Changbin.

La simple idea le revolvía el estómago, él no sería capaz de soportarlo, agarrarían su pequeño corazón y lo estrujarían con sus grandes manos.

—No— la voz de Felix fue cortante, incluso su voz sonaba más gruesa de lo normal.

Changbin no entendía. Frunció las cejas y apretó los labios. Felix jamás le negaba algo. Esto era nuevo.

—¿Por qué no? Si es por el gasto del agua o del gas no te preocupes; también correrá por nuestra cuenta. Yuta es ordenado y nunca traeremos gente sin avisarte—

—¿De qué carajos me sirve que paguen el gas si no me van a dejar dormir en las noches?— Changbin fue interrumpido por Felix, quién ahora sí sonaba molesto.

Felix tenía ambos brazos cruzados porque de lo contrario le daría un golpe en los huevos a Changbin. ¿Cómo se le ocurría si quiera mencionar traer a alguien más a su hogar?

—¿De qué estás hablando?— preguntó el chico de pelo negro, quien estaba parado enfrente de Felix.

—Estoy hablando de que no quiero escuchar cómo cogen en las noches— gritó Felix.

El pudor había quedado de lado y la quijada de Changbin se fue al suelo de solo escuchar sobre su intimidad. ¿Quién era este pequeño monstruo que se encontraba sentado en el sofá naranja? Su Felix jamás le contestaría algo tan... irritable e inmaduro.

—Es mi vida sexual y yo hago con ella lo que quiera, eso a ti no te debería de importar. Además Yuta y yo jamás te faltaríamos al respeto de esa forma. No es como si tú no trajeras personas a la casa.

Felix soltó una carcajada. Dios, no podía creer que Changbin lo creyera tan estupido como para tragarse esa mentira. Yuta Y Changbin habían cogido varias veces en el departamento y él había sido testigo de al menos unas tres veces. Tan pendejo iba a ser.

—¿De qué te ríes?— Changbin estaba molesto.

—De que primero me pides que me vaya a dar una vuelta por unas cuantas horas para que tengas intimidad con tu novio y ahora vienes a mentirme a la cara diciéndome que no has cogido con Yuta en esta casa. Soy tonto, pero no estupido.

Ambos estaban muy enojados. Changbin porque no se esperaba esa respuesta de su mejor amigo y Felix porque Changbin era lo demasiado estupido para no darse cuenta que le estaba haciendo daño.

—Bueno, fueron unas cuantas veces, pero siempre procuramos que no estés en casa. Felix, cariño de verdad lo siento. Si eso es lo que te molesta de verdad te lo juro que no tendremos sexo en esta casa. Solo quiero alguien que me abrace en las noches, Yuta está pasando malos momentos porque su trabajo no está yendo bien y yo solo quiero apoyarlo. ¿Podrías pensarlo por favor?

Changbin le veía con ojos tiernos, pidiendo que cediera a su pequeña exigencia. Pero dentro de Felix la razón no gobernaba en estos momentos. En la mente de Felix solo se había quedado el «alguien a quien abrazar en las noches» ¿y que era de él? Si tanto quería un abrazo ¿por qué no se lo pedía? Para eso estaban los mejores amigos ¿no?

—No. Changbin. Te dije que no. No quiero a Yuta aquí y si es tanta tu ilusión de compartir cuarto con él, búscate otro departamento.

Felix se paró y cuando estaba a punto de entrar a su cuarto Changbin volvió a contraatacar.

—Está bien. No te necesito. Todo este tiempo he estado al lado tuyo porque siempre te vi como alguien frágil que necesitaba que lo empujaran. Pero ya no eres mi problema. No necesito cuidar de ti. Ya estás lo suficientemente grande para hacerte cargo de ti mismo. Mañana mismo busco un nuevo lugar.

Felix se mordió el labio, seguía con la puerta entreabierta.

—No es mi problema que estes amargado. Y sí, Yuta y yo cogemos y cogemos mucho. Lo hemos hecho en la ducha, en los sillones,  en la mesa y hasta en el puto ascensor. Y eso no es tu problema.

Eso era suficiente. No estaba para aguantar sus mierdas. Felix azotó la puerta.