Cap. 8

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Lunes 30, por la madrugada.

Al despertar, los días pasado se sienten como un sueño nebuloso, de no ser porque Mew durmió en mi cama y puedo verlo ahora que ha amanecido pensaría que todo fue cosa de mi cabeza.

La sonrisa de mew luce diferente a lo usual. Es como si tuviera el mismo sol rodeándolo y provocando un brillo especial. O solo soy yo quién esta imaginando cosas.

El dolor se ha ido como por arte de magia, solo permanece un sentimiento cálido y acogedor en mi pecho. Mew y yo nos encontramos sobre mi cama, recostados, uno enfrente del otro, solo mirándonos sin hablar. Es como si su mirada pudiera hablarme y se siente tan jodidamente bien.

El amor es una cosa confusa, lo importante es que cuándo lo tengas luches más por mantenerlo y cuidarlo que cuando no lo poseías.

- Estas pensando en algo -Mew dijo, llevó su mano hasta mi frente y presionó ahí sus dedos con caricias ligeras y suaves.

- ¿Cómo lo sabes? -pregunté con la voz somnolienta.

- Tu rostro cambia, se frunce y te hace ver como un abuelo -murmuró con una sonrisa divertida.

Sonreí. Mew y sus chistes malos.

-No hagas eso -Mew se quejó de repente hundiendo el rostro en la almohada.

-¿Qué cosa? -inquirí confundido.

-Sonreír de esa manera... me gusta tu sonrisa y si lo haces de esa forma no puedo controlarme.

Jadeé. ¿confesarse da el derecho a decir semejantes cursilerías? ¿y por qué demonios me pone feliz escucharlas? Mierda.

-Creo que deberíamos comer algo -dije cambiando de tema avergonzado.

Si, puedo avergonzarme...

-hum..

-Tengo que ir a trabajar, es lunes. Vamos a comer algo -insistí.

Mew se movió hasta colocar su cabeza cerca de mi pecho y froto su rostro, como un latigazo mi pecho se lleno de sensaciones cálidas como fuego. Si así se siente la felicidad que nunca nadie se atreva arrebatarme o podría salir lastimado.

-De acuerdo, solo si me das un beso de buenos días -murmuró Mew aún sobre mi pecho.

Mierda.

-¿Acaso soy una maquina de besos? -repliqué avergonzado.

-Anda, Gulf. Uno pequeño y yo mismo te haré el desayuno -rogó Mew alzando el rostro y cambiando su voz a una más tierna y suave.

-¿Solo uno?

-Si, que si

-Y luego vamos a comer

-Que si

-¿y te levantarás para ir a trabajar?

-¡Gulf!

Mew mostró su ceño mientras me miraba directamente. Es tan adorable pensé antes de inclinarme y unir nuestros labios en un beso suave. Chispas y toda esa mierda experimentó mi cuerpo. Y como hizo antes el tramposo de Mew sujetó mi rostro firmemente para atraerlo más cerca hacia él, se convirtió en un beso profundo, donde Mew devoró mis labios con su boca y mordió repetidas veces mi labio inferior, tanto que este quedaría hinchado. Mi cuerpo buscó comodidad deslizando sobre el cuerpo cálido y duro de Mew, él sobre la cama y yo sobre él en la más íntima de las cercanías, nuestros corazones latiendo tan rápido que podrían salirse de nuestros pechos.

Cuando el oxigeno comenzó a faltar, Mew dirigió sus labios hacia mi barbilla y cuello, estos días eran su lugar favorito y bien podría haber sido marcado por él.

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